Más de 80 teólogos y religiosos se solidarizan con la Iglesia Católica y Monseñor Álvarez
Más de 80 teólogos, religiosos y periodistas se unieron en solidaridad con la Iglesia Católica nicaragüense y Monseñor Rolando Álvarez, preso político del régimen de Daniel Ortega, a través de un comunicado denuncian la injusta persecución contra el prelado y las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.
Según los firmantes, Nicaragua no es la misma desde abril de 2018, año en el que inició un cambio irreversible que dejó al descubierto no solo lo que el régimen Ortega-Murillo es capaz de hacer para mantenerse en el poder sino lo que un pueblo organizado es capaz de arriesgar para exigir democracia, institucionalidad y justicia.
“La comunidad cristiana nicaragüense vive hoy la persecución que producen la defensa dogmática de ideas sino la identificación y acompañamiento a los débiles y vulnerables atreviéndose no solo a denunciar la injusticia sino nombrando a los injustos al estilo de Jesús (Juan 15,18) Persecución empleada por quienes dicen obrar en nombre del amor, la paz y del mismo Dios”, señalan.
Resaltan que el régimen ha encarcelado a sacerdotes, asesinado a monaguillos, asediado seminaristas, expulsado monjas “ha hecho comparecer ante jueces penales con acusaciones falsas a creyentes y no creyentes y que ha mantenido por más de 335 días en aislamiento y detención injusta a Monseñor Rolando Álvarez”.
En este sentido, los firmantes se solidarizaron con los más de 40 líderes religiosos expulsados del país y con Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, en su exilio forzado.
“Solidaridad y apoyo también con las decenas de religiosos y religiosas que han tenido que salir del país de forma irregular ante amenazas de cárcel y con los hermanos sacerdotes, religiosas y religiosos que han sufrido la confiscación de sus bienes, cárcel y destierro. De manera particular con los seminaristas cuyos centros de estudio han sido clausurados como consecuencia de la asfixia económica a la que han sido sometidos”.
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También extienden su especial solidaridad con la Diócesis de Matagalpa y Estelí, pastoreadas por Monseñor Rolando Álvarez, por lo cual exigieron su liberación y de los demás sacerdotes encarcelados.
Por otro lado, señalan estar preocupados por las condiciones de salud del obispo nicaragüense, que sostienen debe estar deteriorada a causa del encierro.
“Si queremos ser fieles al estilo de Jesús, la denuncia constante de todas las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua y todas partes del mundo debe también involucrar un amor eficaz que se concrete en la acogida humanitaria de los centenares de miles de migrantes que han abandonado el país”.
Asimismo, llaman a acompañar a los más 300 apátridas, desterrados y desnacionalizados por el régimen y la continua e incesante demanda por la liberación de los más de 50 presos políticos que aún se mantienen en las cárceles.
El pronunciamiento recoge el informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de la ONU el cual evidencia la comisión de crímenes de lesa humanidad señalando al Estado nicaragüense como responsable directo de la ejecución sistemática de estos delitos.