Dictadura en Nicaragua congela cuentas bancarias de la UCA

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través del Ministerio de Gobernación, ordenó la cancelación de las cuentas bancarias de la Universidad Centroamericana (UCA) y también de funcionarios de la institución, según constató el medio de comunicación Divergentes.

El medio dijo que una fuente del MIGOB les señaló que no le dieron ningún tipo de información a la UCA sobre si llevan o no una investigación en su contra para indagar el origen de los fondos.

Cabe señalar que hasta el momento no hay ni asomos de un entendimiento ni suficiente información acerca de esta acción de la dictadura que pone en peligro la existencia de la UCA, una casa de estudio con la mística jesuita que ha formado a generaciones de profesionales en Nicaragua.

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El medio de comunicación independiente antes referido, confirmó que la UCA circuló un correo electrónico en el que informaba a trabajadores y estudiantes que “por inconvenientes en nuestros canales y medios de pago ajenos a nuestra voluntad” no están recibiendo pagos correspondientes a aranceles o servicios de ninguna de las instancias de la universidad.

“Lamentamos los inconvenientes y les estaremos informando una vez que sea posible procesar pagos en nuestra caja central y canales alternos”, detallaron en el correo.

Incertidumbre

Douglas Castro, ex catedrático de dicha Alma Máter escribió en su cuenta de X: “Mi solidaridad con la UCA (Universidad Centroamericana), mi casa de estudios. La dictadura apuesta a no dejar ningún espacio independiente en Nicaragua”.

Asimismo, considera que este es un golpe más a la Iglesia Católica, particularmente a la Compañía de Jesús, “en su campaña autoritaria de acoso y derribo a todo aquello que no sea controlado por la dictadura”. 

Cabe destacar que en abril de 2022, los diputados, fieles a la dictadura -quienes usurpan los escaños en la Asamblea Nacional- aprobaron la Ley General de Educación y la Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior, la cual eliminó a la Universidad Centroamericana (UCA) del Consejo Nacional de Universidades (CNU) y de los fondos del 6% constitucionales.

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Esa decisión fue un duro golpe para estudiantes de bajos recursos económicos que se beneficiaban de becas para poder estudiar sus carreras universitarias.

Tanto trabajadores como estudiantes están viviendo un momento de incertidumbre, pues no saben qué pasará con esta institución de prestigio.