Universidad de Costa Rica rechaza los “atroces actos de violencia y represión” contra UCA
Ante el cierre abrupto de la Universidad Centroamericana (UCA)Universidad Centroamericana (UCA), la confiscación de sus bienes y el congelamiento de sus cuentas bancarias en Nicaragua continúa la ola de solidaridad y resistencia generando reacciones nacionales e internacionales tal es el caso de la Universidad de Costa Rica (UCR) que este 18 de agosto se sumó a condenar la última acción del régimen de Daniel Ortega Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“El legado de la UCA es indiscutible”, cita el pronunciamiento de la UCR en el cual rechaza el cierre de esta universidad el pasado 13 de agosto y denuncia que esta acción se hizo “bajo el argumento de incumplimientos administrativos”.
Al mismo tiempo resalta que “esta medida es una flagrante violación a la autonomía universitaria y a los derechos humanos”.
La UCR también recordó que la UCA ha sido siempre una voz crítica y constructiva junto a las realidades históricas de Nicaragua.
LEER MÁS: Alejandro Genet, el nuevo rector de la confiscada UCA, se entronizó como decano en la UNAN-Managua
“Ortega y Murillo no deberían olvidar la posición de la UCA en la lucha contra la sombría dictadura somocista, que apoyó valientemente el movimiento popular que anhelaba el cambio social y la democracia”.
Según el comunicado de la universidad costarricense, fue esa misma firmeza demostrado durante 63 años y compromiso con la verdad que llevó a la UCA a convertirse en un blanco de “atroces actos de violencia y represión” por parte de la dictadura de Ortega generadas a raíz de la crisis del 2018.
Añade en el manifiesto que ese año grupos paramilitares afines al régimen sandinista atacaron a estudiantes que buscaron refugio en el campus de la UCA y en los últimos cinco años las agresiones contra esta entidad académica no se han detenido.
Por tal razón, la UCR hizo un llamado a la comunidad internacional, instancias de educación superior y a todas las personas defensoras de los derechos humanos para que se condene “este acto atroz de represión” y unir esfuerzos junto al pueblo nicaragüense para la recuperación de su derecho a la educación libre, crítica y de calidad.