Femicidio 65 en Nicaragua: Luvis Vargas fue quemada viva con gasolina en Waslala

La joven Luvis Vargas López, de 19 años, murió el domingo 6 de noviembre a causa de las graves quemaduras que sufrió tras ser rociada con gasolina y prendido fuego por su expareja, Juan Manuel Brown, de 32 años.

El hecho ocurrió este domingo 5 de noviembre en el barrio Carlos Agüero, municipio de Waslala, Región Autónoma del Caribe Norte de Nicaragua.

Según vecinos, Brown llegó a la vivienda de Vargas López en las primeras horas de la mañana y, tras sostener una fuerte discusión con ella, la roció con gasolina y luego le prendió fuego.Trasladada de emergencia al hospital César Amador Molina de Matagalpa, donde murió a causa de las quemaduras, que cubrían el 70 % de su cuerpo.

El mismo día se reportó el fallecimiento de la mujer debido a las complicaciones que sufrió por las heridas.

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Tras cometer el crimen, presuntamente Brown, intentó suicidarse con el mismo método, sin embargo, murió dos días después en el hospital Fernando Vélez Paiz de Managua tras ser trasladado desde Waslala.

De acuerdo con testigos, Luvis Vargas era madre de dos niñas que escaparon de la muerte porque al momento de la tragedia se encontraban con la abuela paterna.

Cifras alarmantes y preocupantes

De acuerdo con el Colectivo de Mujeres Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) y el Observatorio Voces en lo que va del año se registran 65 femicidios de nicaragüenses: 45 han ocurrido en territorio nacional y 20 en el extranjero.

El informe del Observatorio manifestó preocupación porque a dos meses de finalizar el año, está a sólo tres casos de alcanzar el total de víctimas del año 2022, que cerró en 68 femicidios y creció el número de víctimas en el extranjero.

El año pasado, 57 femicidios ocurrieron en Nicaragua y 11 en el extranjero y hubo 220 femicidios en grado de frustración.

La magnitud de este crimen de Luvis Vargas fue comparado por activista con el atroz crimen contra Vilma Trujillo, la nicaragüense que murió quemada en la hoguera en una de 2017 durante un culto evangélico en el municipio de Rosita de la Costa Caribe Norte por una supuesta “revelación divina” para sanarla.