Enfrentamientos entre colonos deja un muerto y un herido en comunidad miskita de Nicaragua

La Fundación Prilaka reportó que la tarde del 3 de enero dos grupos de colonos asentados ilegalmente en el territorio de Wangki Twi Tasba se enfrentaron a machetazos y disparos en la comunidad miskita de La Esperanza, Río Wawa. Como resultado, un colono murió y otro resultó herido.

“La comunidad de La Esperanza y las comunidades vecinas están temerosas por el aumento de la violencia, que pone en riesgo sus actividades agrícolas y culturales, así como su seguridad comunitaria”, indicó la Fundación.

En el mismo reporte, la fundación Prilaka señaló que las comunidades de La Esperanza y las comunidades vecinas se han opuesto rotundamente a la presencia de los colonos en sus bosques y poblados.

Sin embargo, con el respaldo de las autoridades impuestas, se ha avalado el tránsito de colonos. Hasta diciembre de 2021, los colonos no transitaban por las comunidades de Tasba Raya.

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“Es evidente que la imposición de autoridades y la impunidad alrededor de las violaciones de los derechos humanos de las comunidades son dos factores claves que han permitido avalar y promover el avance de las invasiones de territorios de distintas maneras y socavar la resistencia cultural de las comunidades”, advirtió.

En este sentido, Prilaka señaló que, ante el cierre de espacios civiles y políticos para denunciar, la población indígena local tiene temor incluso de exigir públicamente el cumplimiento de sus demandas básicas de hace una década.

Entre estas principales demandas están: saneamiento territorial, justicia ante los delitos cometidos contra la Madre Tierra y los comunitarios, respeto de la autonomía comunitaria a través del reconocimiento de las autoridades elegidas en asambleas comunitarias y restauración de sus bosques.

Por todo lo anterior, Prilaka exige una vez más al Estado de Nicaragua el respeto de los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes, reconocidos en nuestra Carta Magna y en el marco legal correspondiente.

“Exigimos el cumplimiento en especial del derecho al territorio, a la vida comunitaria, a un ambiente social seguro, a la seguridad alimentaria, del derecho a la vida y del derecho a elegir a sus autoridades según sus costumbres y tradiciones”, concluyó la Fundación Prilaka.