Padre Marcos Somarriba califica de “lacras” a los gobiernos abusivos

En su prédica dominical el sacerdote Marcos Somarriba, se refirió al Reino de Dios como el sistema idóneo para que reine la paz y la justicia en los pueblos, al mismo tiempo, que lamentó que algunos países estan gobernados por "lacras" y "tiranos" que sólo buscan poder y riqueza. Instó a los creyentes a orar porque la oración ha doblegado voluntades.       

“Como sería la vida si en nuestros países reinara a Dios y no la lacra de gobernantes que nos ha tocado vivir, cómo cambiarían las cosas si se imitaran no al Tiberio, porque busque solo busca poder, riqueza y honor, sino a Dios, que pide justicia y compasión”, dijo Somarriba en referencia a Tiberio, el injusto emperador romano.

Agrega “Tiberio se volvió más paranoico e impuso un número cada vez mayor de juicios por traición, además se volvió más solitario…su gobierno estaba caracterizado por la contradicción, reflejo de su carácter personal e impuso un régimen de terror de acuerdo al historiadores”.

El religioso señaló que los tiberios de hoy cierran círculos con sus secuaces “secuaces que protegen, mantienen y defienden lo que saben que no durará para siempre, lo que saben que tarde o temprano pasará y tendrá su fin… la vida cambia y todo pasa”.

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“Este tipo de Tiberios hacen desaparecer gente que les hacen competencia, porque no soportan a los que piensan diferente”, comparó el padre Marcos al emperador romano con los tiranos modernos.

Según el sacerdote, para Jesús el Reino de Dios no es un sueño, es un proyecto que Dios quiere llevar adelante, no como lo desean quienes se creen “amos” de este mundo.

“Los amos de este mundo miran a la Iglesia de Jesucristo como una institución y no como el cuerpo de Cristo, por eso ven  necesario en su mente perversa acallar su voz y la de todos los que proféticamente obedecen a Dios hablando las cosas de Dios y denunciando los sufrimientos del cuerpo de Cristo, del pueblo de Dios, porque son voces que incomodan”, comentó el sacerdote Marcos Somarrriba, desde el púlpito en la Iglesia Santa Ágatha en Miami.

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También se refirió al poder de la oración para llegar a Dios y conseguir cambios.

“Ya hemos visto como el efecto de la oración en nuestra comunidad y en nuestros pueblos ha hecho cambios y ha doblegado voluntades que no querían cambiar. Hemos sido testigos de esto, no somos ajenos a los frutos que produce un lamento y una queja ante Dios”, comentó el religioso.