Padre Edwing Román: "Son homicidas que no respetan lo sagrado", dice a dictadores que se creen "dios"
El sacerdote nicaragüense exiliado Edwing Román, dictó este domingo la homilía desde el púlpito de la Iglesia Católica Santa Ágatha en Miami, donde recordó a gobiernos torturadores la Ley de Dios de "No Matar".
“Esto incluye a los torturadores, porque el que comienza a torturar no sabe dónde va a terminar, quizás hemos visto o escuchado a las víctimas de torturas, esos torturadores son asesinos también, son homicidas, no respetan lo sagrado, no respetan a esos templos vivos, nadie puede poner la mano sobre otro ser humano porque somos imagen de Dios”, advirtió Román.
El religioso alertó también a los seguidores de torturadores para que no se condenen “cuando se empieza a odiar o te están lavando el cerebro para que odies ya has comenzado también a matar o te están preparando para hacerlo. No matarás, aunque te den la orden, aunque tengas un arma para reprimir, piénsalo antes y no te condenes”, dijo el sacerdote.
Esos que instigan a matar, dijo el sacerdote, son mercaderes y hábiles vendedores, “te venden la idea de ganar dinero fácil, te compran la conciencia, destruyen tu fe y tus buenas costumbres, (al servirles) se termina sucio interiormente sin dignidad, vacíos de Dios. No se dejen engañar por eso mercaderes que se anuncian con grandes rótulos en las vías públicas”, comentó.
El padre Edwing Román, recordó a quienes se han puesto al servicio de malvados, que luego serán descartados “te meten la idea que ellos te ofrecen lo que necesitas, pero después de haberte utilizado te tiran a la calle, te expulsan o te meten preso”, dijo.
Su mensaje se inspiró en el pasaje bíblico que recrea a Jesús demandando orden en un templo convertido prácticamente en un mercado.
“Jesús reacciona de esta manera para instaurar el orden que se había perdido para defender la casa del Padre, sin importar que le critiquen, incluso sin importar ser blanco de amenazas y persecución”, reflexionó.
El religioso se refirió a los mandamientos de la Ley de Dios, el primero de ellos manda adorar solo a Dios y rechaza la idolatría.
“Esa idolatría se encuentra en el poder para someter a otros seres humanos, el adorar a hombres y mujeres de este mundo, adoradores del sistema político nefasto que no solo matan el cuerpo, los templos vivos de Dios, sino también que les mata el alma a sus ofuscados seguidores, volviéndose cuerpos y almas adoradores de lo que Dios prohíbe adorar”, criticó.
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El padre Román, le recordó a los fieles católicos el mandamiento de no adorar otros dioses “Sin embargo hay quienes viven idolatrándose a sí mismo y promueven el culto a su personalidad, utilizando el dinero que le pertenece al pueblo, por solo el capricho de mandar. Que hablan de Dios en sus discursos, pero no cumplen con la ley de Dios”, comentó el religioso.
En el ámbito social, el padre Edwing Román, unos de los primeros sacerdotes que huyó de la persecución del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, lamentó el sufrimiento y la degradación de los pueblos.
“Desgraciadamente muchos de nuestros pueblos ya estamos tocando fondo en nuestra vida social. Si nos preguntáramos ¿Por qué tanta miseria?, ¿por qué tanta violencia?, ¿por qué tantos crímenes?...es porque se han convertido en dioses, es la putrefacción de los regímenes totalitarios, el abuso del poder”, dijo Román, quien criticó a los gobernantes injustos.
“¡Qué vergüenza! Los gobernantes que deberían dar el ejemplo en sus puestos ya no hacen nada por el bien común, Se hace por egoísmo, porque no respetan la ley de Dios y entonces tenemos naciones corruptas.
Entre esas leyes está No Matar, No Robar, No darás falso testimonio, No codiciarás los bienes de tu prójimo. Es necesario recordar uno por uno esos mandamientos”, recordó.
En su prédica, el padre Edwing, recordó una reflexión de Monseñor Silvio Báez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua.
“Monseñor Báez decía que Jesús desafía la ley tocando leprosos. La dignidad humana está por encima de cualquier ley y para una mejor sociedad se debe poner al ser humano primero, aunque eso implique saltar normas o leyes que no son para impartir justicia y también enfrentar a quienes las ponen en práctica para someter a los pueblos”, recordó el sacerdote.