Alerta en el Volcán Masaya: derrumbes sepultan lago de lava

El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) informó esta semana que se mantienen los derrumbes en el Volcán Masaya a causa de inestabilidad en las paredes suroeste y noroeste del cráter Santiago.

De acuerdo con el Ineter, los derrumbes mantienen cubierto el lago de lava provocando un aumento en la temperatura de salida de gases secundarios por valores por encima de los 545 grados centígrados de lo normal.

La institución afirmó ante medios oficialistas que el Volcán Masaya presenta un fenómeno único conocido como “lago de lava” ya que el material generado en los derrumbes cubre el lago de lava en el cráter sirviendo de barrera para su desgasificación y es lo que hace al coloso distintivo.

El Ineter reporta una desgasificación ligera pero constante en el Volcán Masaya. Esta desgasificación, que se produce a través del conductor secundario y en las fracturas de las paredes del volcán, varía entre un 25 y un 35 por ciento de sus valores normales.

El Ineter explicó que ha detectado ruidos dentro del cráter del volcán, producto del reacomodo y la subsidencia del material volcánico.

Estos eventos se originan por la colisión entre fragmentos de roca, lo que genera vibraciones que se registran como señales sísmicas.

Volcán activo

Desde hace un mes las autoridades de Nicaragua pidieron a la población disminuir en tiempo de visita en el Parque Nacional Volcán Masaya por el aumento del lago de lava.

El lago de lava, apodado 'La boca del infierno', hierve a más de 1.093,3 grados Celsius. El volcán Masaya emite más de 330.000 toneladas de dióxido de carbono cada año.

El lago de lava del volcán, uno de los más activos de América, atrae a miles de personas cada año, tanto por la rareza del fenómeno como por su fácil acceso, ya que se encuentra a 23 kilómetros de Managua y los turistas pueden alcanzar el borde del cráter en automóvil.

El volcán Masaya está situado en el Parque Nacional del mismo nombre, que está rodeado por un bosque tropical seco que crece entre las rocas porosas de antiguas erupciones.

Según estadísticas oficiales, unos 140.000 turistas visitan cada año el Parque Nacional Volcán Masaya, cuyo principal atractivo es llegar al borde del cráter activo.

Desde 1520 se ha registrado al menos 18 diferentes actividades en Masaya, incluidas erupciones volcánicas en 1772 y 1820, de acuerdo con la información oficial.