Padre Edwin Román dice a dictadores que se entreguen a la justicia, "ya están condenados"
El sacerdote nicaragüense exiliado, Edwin Román, se refirió a la necesidad de una ciudadanía activa que promueve cambios y que siempre pone sus esperanzas en Dios. Román, celebró este domingo la homilía en la iglesia Santa Agatha de Miami.
“Muchos nos podemos encontrar viendo solamente hacia abajo, viendo el mar alborotado de nuestra historia, confusos casi perdiendo toda esperanza, temerosos y quizás hasta sin rumbo. Y es oportuno como en esas circunstancias de nuestra historia personal y social, hay que mirar también hacia Dios”, dijo el religioso.
El padre Román se refirió a la iglesia como defensora de los pueblos y no como ente político.
“A muchos cristianos y entre ellos obispos, sacerdotes, religiosas, nos han expulsado de nuestro país…la iglesia no puede ser detenida por nadie, la Iglesia no quiere otra cosa más que llevar a Cristo al hombre, y en ese camino nadie la puede detener…no puede permanecer callada, no puede ser insensible, solo mirando hacia arriba. La Iglesia no puede ser indiferente a lo que amenaza, porque no todos son ovejas, hay que saber identificar también a los lobos, que se entremezclan entre las ovejas”, dijo el sacerdote.
En su mensaje, el padre Román recordó que la Iglesia, por razones de su ministerio guía como madre y maestra pero no es política partidaria.
“Ella se acerca a la política para defender al hombre, para decirle a todos los regímenes, sean un totalitarios o democráticos, sean comunistas, socialistas o de esos delincuentes que gobiernan nuestros países, que lo más importante son los ciudadanos y hay que respetar esa trascendencia de todo hombre y de toda mujer”, sostuvo en su prédica.
El padre Román, recordó que el mensaje de Dios es para todos y advirtió a los soberbios que deben escuchar.
“Pero el hombre la mujer que es más creído por su poder, por su soberbia, por su riquezas, que viven como que si nunca se van a morir, que viven creyéndose el dios o la diosa, que se cree sabios y que deciden a su antojo sobre la vida y el futuro de una nación, que hablan de amor a su conveniencia, pero que en realidad rechazan y quebrantan todos los mandamientos de la Ley de Dios, persiguen a los cristianos, a la Iglesia. Esos no podrán entrar en el reino de los cielos”, les advirtió el padre Román desde el púlpito de la Iglesia Santa Ágatha en Miami.
Para que aquellos que han pecado contra Dios y atentado contra la vida de los pueblos, pueden salvarse, sólo si reconocen sus faltas, dijo el sacerdote.
“Ya se han condenado, sin embargo, deben regresar lo robado y entregarse a la justicia para ser juzgados. Aunque el dolor de las víctimas no se recupere, ni van a devolverle la vida a los asesinados”, dijo el religioso, quien señaló también a quienes idolatran personas o ideologías totalitarias.
“Están adorando a esos ídolos. Ni como iglesia ni como cristianos tienen criterio ni razonan. No podemos apañar esas falsas adoraciones de falsos dioses, no podemos ser cómplices. El Dios verdadero debe iluminar nuestros ojos”, reflexionó el sacerdote.
Añadió que “no debemos ser cristianos y ciudadanos irresponsables que evaden su propia realidad. No nos quedemos plantados viendo solo para arriba, también bajar del monte y volver a la ciudad…hay mucho que cambiar desde los cimientos, con toda la raíz, porque ya no tienen razón, porque han habido y hay frutos malos y amargos”, comentó.
Desde el área Cristiana, el padre Román recordó que el Señor nos promete la fuerza de su Espíritu y está actuando.
“Celebramos el triunfo de la vida sobre la muerte, del amor sobre el odio, del triunfo de todo lo que nos eleva como seres humanos, sobre lo que nos deshumaniza, sobre los malvados que quieren ver a un Cristo y a una iglesia derrotada y de rodillas, pero no lo van a conseguir. Aspiremos no a un horizonte estrecho, hay que aspirar a una vida plena de realización”, recomendó a la feligresía.
En su mensaje agregó que todo queda y todo pasa, “hasta los tiranos que se creen inmortales se mueren y se presentarán ante el juez supremo para ser juzgados, aunque aquí en este mundo puedan quizás evadir sus crímenes”.
El Padre Román hizo mención especial por el Día de las Madres que se celebra en Estados Unidos, el primer domingo de mayo.
"Celebramos un tiempo para reconocer y apreciar el inmenso amor sacrificio e influencia del cuidado, consolarnos, inspirarnos para alcanzar nuestros sueños”, dijo Román.
El padre Román recordó a las madres que sufren: “Recordamos a las madres que sufren por muchos motivos, las que tienen que salir de sus hogares y abandonar la patria, las que sus hijos desaparecen o han muerto en la travesía de llegar a un destino que les ofrezca un mejor nivel de vida, a una costa de la separación familiar”, dijo el religioso.
Recordó también a las madres que sufren por las dictaduras “Hay madres en nuestros países que sus hijos son presos políticos por levantar su voz. Como es el caso de muchos hermanos cubanos, venezolanos, nicaragüenses”.
El padre Edwin Román, uno de los sacerdotes forzados al exilio por el régimen de Daniel Ortega, compartió que en Nicaragua el día de las madres se celebra el 30 de mayo, pero en Nicaragua es un día de luto.
“Desde el año 2018 aquel miércoles 30 de mayo se convirtió en un día de luto, días de indignación nacional porque 19 jóvenes fueron asesinados por orden directa de la dictadura sandinista. Francotiradores se apostaron en un estadio de béisbol en Managua y dispararon con fusiles rusos AK-47 y otros jóvenes también fueron asesinados en otras ciudades como Estelí, Masaya, Chinandega. Ese día Nicaragua se movilizaba para acompañar a las madres de más de 90 asesinados en un mes y las cifras siguieron aumentando”, relató el sacerdote a la feligresía.
“Era una marcha cívica por la matanza que se venía realizando desde abril 2018, sin esperar que aquella multitud también fuera masacrada en el Día de las Madres. Ese día 19 madres nicaragüenses perdieron a 19 hijos y la comunidad internacional es sabedora de estos crímenes de lesa humanidad. Que sea hoy un día también de la familia, un día de acción de gracias”, concluyó el sacerdote.