Accidente mortal de madre e hijo en Chinandega revela macabro plan de asesinato

La Fiscalía en Chinandega acusó a Braulio Francisco Ríos Morán, de 32 años, de asesinar intencionalmente a su pareja, Karla Lucía Dubón Medina, de 32 años, y a su hijastro, Yahir Sebastián Escoto Dubón, de 15 años, en un accidente de tránsito ocurrido la noche del 24 de julio.

Inicialmente, el aparatoso accidente ocurrido en el kilómetro 141.5 de la carretera El Realejo-Corinto, a la altura del puente San Isidro, fue catalogado como un trágico suceso fortuito.

Sin embargo, una exhaustiva investigación reveló una macabra verdad: Braulio Francisco Ríos había provocado intencionalmente el choque de su camioneta, placa CH 31-729, contra un autobús, causando la muerte de su pareja y de su hijastro, quienes viajaban como pasajeros.

También como pasajeros viajaban Los menores Owen Edén Dubón Ramos de 10 años y Dominic Francisco Ríos González de 9, quienes resultaron lesionados y fueron trasladados de emergencia al hospital Mauricio Abdalá de Chinandega.

La Fiscalía acusa a Ríos Morán de haber planeado el asesinato tras una acalorada discusión con su pareja, durante la cual la amenazó de muerte y condujo de manera errática bajo los efectos del alcohol, detallando según el escrito que, el acusado manejó en zigzag en la carretera y aceleró y desaceleró intencionalmente.

Además, testigos corroboraron las amenazas y la agresividad del acusado antes del impacto, afirmando que este la obligó a subir a la camioneta tras amenazarla de muerte.

La autopsia reveló que las víctimas murieron por shock hipovolémico y trauma craneal severo, respectivamente.

Ríos Morán, por su parte, enfrenta cargos por doble homicidio, lesiones graves y leves, y permanece detenido en prisión preventiva a la espera de la audiencia inicial.

Un juez de Chinandega ordenó su prisión preventiva mientras se desarrolla el proceso judicial. La próxima audiencia inicial se programó para el 9 de agosto.

Karla Dubón, era una reconocida y su hijo era voluntario de la extinta Cruz Roja, según testigos ambos eran muy queridos en la comunidad y así evidenció la multitud que los acompañó a sus honras fúnebres.