Reportan cierre de 419 ONG evangélicas y católicas en Nicaragua, crece persecución a sacerdotes y laicos
Los sacerdotes de la Iglesia Católica continúan siendo blanco de persecución por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, señala el cuarto boletín sobre “Libertad de religión en Nicaragua” del Colectivo de DDHH Nicaragua Nunca más.
Según el informe entre el 1 de abril y el 15 de julio de 2024 se observó un panorama de creciente represión, con detenciones arbitrarias, ataques directos a líderes religiosos, estigmatización y mensajes de odio en los pronunciamientos oficiales respecto a la libertad de culto.
“La persecución a laicos y diversas denominaciones religiosas, tanto católicas como evangélicas en Nicaragua, ha sido intensa y sistemática”, señalan.
El documento señala que Ortega-Murillo son quienes ordenan los destierros, detenciones y múltiples agresiones a miembros de iglesias, lo cual refleja una estrategia dirigida a silenciar voces críticas dentro de las comunidades de creyentes.
“Estas acciones reflejan un ambiente de represión y violación sistemática de la libertad de creencia y religión en Nicaragua, afectando gravemente a las comunidades religiosas y su capacidad para ejercer su fe libremente”, refieren.
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A la par de las expulsiones e impedimentos de ingresos de personas religiosas, el régimen ha cancelado la personería jurídica de al menos 419 organizaciones asociadas a la iglesia católica y grupos evangélicos.
Se reportan 22 medios de comunicación religiosos confiscados, siendo uno de los últimos Radio María, cuya última transmisión fue el 9 de julio de 2024.
Las organizaciones canceladas responden a 319 de denominación evangélica y 57 católicas, entre otras.
“Estos actos constituyen una continuación de la represión en el contexto de violaciones a la libertad de religión, que consiste en ahogar operativamente a la iglesia católica por medio del cierre de cuentas y confiscaciones”.
Estiman que el régimen ha obligado a 34 sacerdotes a salir del país en los primeros cuatros meses de 2024. En total, desde 2018, hay 222 religiosos desterrados, incluyendo 91 monjas, según estadísticas de la investigadora Martha Molina.
La represión contra los religiosos también ha alcanzado a los feligreses, quienes son citados y detenidos «en carácter de investigados», como una medida de presión para levantar falsas acusaciones contra sacerdotes.
Según Despacho 505, el jefe de Auxilio Judicial, comisionado general Juan Victoriano Ruiz Urbina, es el que se encarga de investigar y presionar a los feligreses “para que acusen con testimonio falsos a los curas”.
«Los que no cooperan para encontrar las pruebas de acusación son detenidos y de igual manera investigados, por esa razón están investigando a laicos cercanos a sacerdotes», reveló el medio.
Desde el 21 de diciembre de 2023, permanecen detenidos seis laicos miembros de la extinta Cáritas de Estelí, entre ellos Julio Sevilla, Julio Berríos, Bladimir Pallés, María Verónica Herrera Galeano, Freydell Andino y Mariví Andino. Los mencionados fueron condenados a 6 años de prisión por el supuesto delito de lavado de dinero.
También fue detenido el 20 de mayo de 2023, el señor Santos Sevilla, colaborador de monseñor Rolando Álvarez.
Violencia contra la iglesia evangélica
Resaltan que la violencia también se ha propagado a la iglesia evangélica, no solo con la detención de los 11 miembros de la organización evangélica “Puerta de la Montaña”, sino también por la persecución económica a través de multas impuestas por el Ministerio del Interior.
Desde junio han obligado a al menos 20 congregaciones cristianas a pagar sumas de hasta 21,000 córdobas, en multas impuestas de forma arbitraria.
Reportan que al menos 21 pastores evangélicos permanecen en el exilio y otros 3 pastores fueron impedidos de ingresar al país.
“Se denunció que las víctimas evangélicas son “víctimas silenciosas”, entre las que se encuentran personas asesinadas, detenidas, torturadas y exiliadas; todo ello en el marco de que algunas iglesias evangélicas aseguraron públicamente que en Nicaragua existe la libertad religiosa y de culto”.