Monseñor Báez: Nicaragua se ha vuelto un país muy triste, por "dictadura criminal" que persigue a la iglesia
Monseñor Silvio Báez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, celebró la festividad de la Inmaculada Concepción de María en la Iglesia Católica Santa Brígida, de Nueva York. Durante la ceremonia, Báez, quien ha permanecido en silencio varios meses, ofreció un mensaje de esperanza para Nicaragua, por la represión que enfrenta.
"Con esperanza recuerdo a mi pueblo en esta noche de La Gritería, porque como ustedes sabrán, este pueblo que ama tanto a la Virgen está pasando momentos terribles de opresión, persecución e injusticia", dijo Báez, quien hizo referencia a la difícil realidad que viven los nicaragüenses bajo el régimen Ortega Murillo, que calificó de "totalitario y cruel".
“Ha quitado todas las libertades a la población y ha convertido el país en una gran cárcel, una dictadura criminal que persigue la Iglesia, expulsa del país a sacerdotes y obispos, encarcela a quien no piensa como ellos y ha hecho que el pueblo viva con temor, con el miedo de ir a la cárcel, de ser espiado, Nicaragua se ha vuelto un país muy triste", lamentó desde el púlpito el prelado.
A pesar de la represión, Monseñor Báez asegura que en Nicaragua aún hay fortaleza. "No han podido apagar la alegría que viene del amor a la Virgen, y todavía, aún en medio de la situación que vivimos, el pueblo sigue gritando esta noche: '¿Quién causa tanta alegría? La Concepción de María'". Con estas palabras, invitó a los fieles a no perder la esperanza, aun en los momentos más oscuros.
En las palabras finales de su mensaje, dirigidas a los nicaragüenses presentes en el templo, Monseñor Báez expresó un sentimiento de nostalgia y dolor.
"Esta noche de la gritería yo sé que tanto ustedes como yo recordamos con nostalgia a nuestra patria, sobre todo por los momentos tan difíciles y dolorosos que está pasando. Recordamos a nuestro pueblo que está sufriendo tanto y recordamos a nuestro país que se está cayendo a pedazos cada día", dijo el Obispo.
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Báez añadió, "Quiero invitarlos a la esperanza, en este momento parece que no hay salida, parece que no hay soluciones...(pero) las fuerzas tenebrosas, los poderes opresores que en este momento tienen cautiva nuestra patria, también van a desaparecer y un día Nicaragua, nuestra patria amada, volverá a ser libre", sostuvo el religioso.
El obispo concluyó su mensaje diciendo "La Inmaculada es el signo de esperanza que el Señor nos ha dado a todos los nicaragüenses... el Señor nos ayudará a reconstruirla sobre la justicia, sobre la verdad, sobre la libertad", dijo monseñor Báez.