Monseñor Rolando Álvarez animó a jóvenes nicaragüenses a ser valientes y creativos

Tras 500 días de presidio, un destierro forzoso y el sufrimiento del encierro, poco a poco Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, se abre a las entrevistas. 

Monseñor Álvarez compartió con un periódico de Albacete, España, detalles sobre su situación actual, la realidad de la Iglesia nicaragüense y un mensaje de esperanza para los jóvenes.

Monseñor Álvarez se encuentra realizando una visita pastoral que lo ha llevado por Grecia, Toledo, Sevilla y Valencia, donde se ha reunido con seminaristas y sacerdotes de su diócesis. Destacó la importancia de la cercanía con su clero.

"Para mí, esa es la principal tarea pastoral. Ellos son mis hijos, mis hermanos, mis amigos y mis colaboradores más íntimos en la misión apostólica. Sin los sacerdotes, no podría trabajar".

El obispo recordó con gratitud la carta que el Papa Francisco dirigió a los nicaragüenses el 2 de diciembre.

“Recordamos con gratitud la carta del Santo Padre. En ella, el Papa emplea un lenguaje cercano y nos anima diciendo: «No se olviden de la providencia amorosa del Señor, que nos acompaña y es la única guía segura. Precisamente en los momentos más difíciles, donde humanamente parece imposible entender lo que Dios quiere de nosotros, estamos llamados a no dudar de su cuidado y misericordia», dijo Álvarez, quien parafraseó al Santo Padre. 

Ante la pregunta sobre cómo afrontar la Iglesia nicaragüense la difícil coyuntura del país y la persecución, Monseñor Álvarez reiteró la importancia de la fe y la esperanza, citando nuevamente la carta del Papa y acogiéndose a la Purísima, patrona de Nicaragua.

Monseñor Álvarez dirigió un mensaje especial a los jóvenes, invitándolos a mirar a la Sagrada Familia.

 "San José, como varón justo, nos da un ejemplo de valentía y confianza en la Providencia. Al igual que María y Jesús, José supo pronunciar su ' si'". Animó a los jóvenes a ser valientes, creativos e innovadores, a no tener miedo ya mantener la energía para transformar el mundo.

No es la primera vez que Monseñor Álvarez visita Albacete. Existe un hermanamiento entre ambas diócesis, que permite a los sacerdotes de Matagalpa estudiar en la Universidad Católica de Valencia. El obispo expresó sentirse a gusto en Albacete, encontrando una Iglesia doméstica que le recuerda a su propia diócesis.

Ante la pregunta sobre qué le pide al nuevo año, Monseñor Álvarez respondió con humildad.

"No le he pedido más que hacer la voluntad del Señor. En ella se encuentra nuestra paz y nuestra esperanza. Sólo le pido al Espíritu Santo discernimiento para descubrir la voz del Señor en mi interior, en los signos de los tiempos y en los acontecimientos de la historia". También pidió encuentros con los demás "mirándonos a los ojos sin miedo, sin humillaciones ni extrañezas, para que así nazca en nosotros la voluntad divina", dijo el Obispo.