El sistema de salud está pronto a colapsar, tras despido masivo de médicos
Los despidos en el sector salud alcanzaron la cifra de 300, según el último comunicado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, esto “ya estaría teniendo consecuencias negativas en la protección de los derechos a la salud, integridad personal y vida de la población por falta de especialistas para su atención y tratamiento”, dice la CIDH.
El médico general Alejandro Lagos, coincide que este informe de la CIDH, el también cirujano señaló que “el sistema de salud está pronto a colapsar”, tras el despido masivo de médicos en los hospitales públicos del país, debido a la “política represiva del gobierno”.
“El impacto que tiene en la salud del pueblo nicaragüense es precisamente que los médicos que están atendiendo se han quedado con temor, no hay libertad del ejercicio profesional al criterio ético del médico. Los médicos que están en los hospitales están trabajando bajo una presión que ejerce el aparato administrativo de cada uno de ellos”, dijo el médico.
“Antes teníamos 1 médico por casi 10 mil habitantes, ahora eso merma en la cobertura de la atención médica. La población se va a enfermar porque no hay capacidad de atención en los hospitales, las atenciones quirúrgicas están a futuro a tres meses. Puedo dar fe que un paciente que fue atendido hace dos meses en el Lenin Fonseca y su cita para neurocirugía está para noviembre, son seis meses, y esto va a venir a deteriorar la salud de cada paciente que está siendo monitoreado en los hospitales”, aseguró.
Lagos advierte que la capacidad de atención de los médicos se va a saturar, y con ello se elevaría la mortalidad, las enfermedades crónicas, y el descontento del pueblo va a ser cada día mayor.
“Van a recargar el trabajo de los médicos, y los médicos también se cansan, también se enferman. El sistema de salud está pronto a colapsar, es decir las unidades de salud se van a tener que cerrar por falta de personal”, concluyó.
El gobierno de Daniel Ortega ordenó al Ministerio de Salud despedir a los médicos y especialistas que atendieron a la población que resultó herida durante las protestas antigubernamentales.