¿Cuál es la ruta? Unidad en la diversidad

El sociólogo Oscar-René Vargas expone su visión sobre la estrategia a seguir.
Agosto 13, 2019 09:55 AM

Por Oscar-René Vargas/ Sociólogo


1.   En este período de preparación de la derrota del régimen, no cese la lucha de los diferentes movimientos sociales. La mayoría de la población siente la necesidad de la unidad en la acción, de la unidad en favor de un frente unitario para acelerar la derrota de la dictadura.

2.   La política del frente unitario acelera el desarrollo del proceso del descalabro del régimen. El sector social o partido político que se oponga a estas aspiraciones de la unidad en la diversidad se verá irremediablemente reprobado por la mayoría de la población.

3.   El desarrollo de la conciencia de la población, y la edificación de la unidad en diversidad de las diferentes capas sociales en la conformación de una Gran Coalición, es un proceso complicado y contradictorio. Hay que tomar en cuenta que la conciencia de los ciudadanos no es homogénea. Las diversas capas sociales adquieren conciencia por diferentes vías y en plazos distintos.

4.   Los poderes fácticos y los partidos tradicionales forman parte activa en ese proceso. En el seno de la población actúan simultáneamente diferentes modos de pensar, y por eso ha vivido, y vive, políticamente escindida durante la mayor parte de la historia. De ahí, la necesidad urgente e indispensable de la unidad en la diversidad.

5.   El grueso de la población avanza hacia la adquisición de su conciencia de la situación real del país, no por sus grados de escolaridad, sino a través de la lucha social iniciada en abril 2018. Para vencer a la dictadura se necesita la unificación de las diferentes tendencias políticas contrarias al régimen.

6.   La estrategia de la unidad en la diversidad no es, por consiguiente, algo ocasional y artificial; tampoco puede ser una maniobra sagaz cualquiera, no, sino que se tiene que derivar de las condiciones objetivas y subjetivas del desarrollo político de los ciudadanos.

7.   La táctica de lucha por conquistar a la mayoría de la población no debe, en ningún caso, entrar en pugna con la estrategia de la unidad en la diversidad en la lucha contra la dictadura. En realidad, los intereses inmediatos de los ciudadanos en su lucha contra el régimen y los fines estratégicos de la unidad, coinciden.

8.   Toda unidad que no esté colocada de antemano bajo la estrategia de derrotar a la dictadura, iría en contra los intereses de la población. Igualmente, todo aquel que no reconoce la prioridad de la derrota del régimen iría en contra la voluntad mayoritaria de la población.

9.   La política es un ajedrez con muchas variables y muchas de ellas dependen de fuerzas que no controlamos ni anticipamos. Pero, cuando mejor se conozca a nuestra gente y a nuestros adversarios, mejor preparados estaremos preparados para responder a las responsabilidades inmensas de los tiempos presentes: garantizar la derrota de la dictadura.

10. En política, hay que partir de lo que existe y no de lo que es deseable. Por eso la tarea política inmediata es resolver el cómo derrotar a la dictadura en el menor tiempo posible. Para eso hay que ganarse la confianza de la población con acciones concretas.

11.  En esa lógica es necesario proponer un programa mínimo de acciones comunes a los diferentes sectores de la población; esa es la vía efectiva para conquistar el beneplácito de la mayoría del pueblo autoconvocado.

12.  Se puede decir con certeza que la gran mayoría de la población que hoy milita en los diversos movimientos sociales de los autoconvocados, no militan en ningún partido político tradicional. Y los que militan en algún partido no tienen plena confianza en la dirección política de su partido, por su pasado colaboracionista.

13.  Sin embargo, la gran mayoría de los autoconvocados todavía no visualizan una dirección política alternativa que les genere confianza. Pero, quieren luchar, desde ya, contra el régimen.

                                                                                                                                                    (Foto: Reuters)

14.  Para incorporarlos a lucha activa inmediata, es necesario hacerles saber que la siguiente etapa de la lucha es unitaria; para lo cual, es necesario clarificarles los próximos pasos a ejecutar.

15.  Para los ciudadanos que militan en los partidos políticos tradicionales y/o colaboracionistas tienen que exigir, a sus direcciones políticas, que se adhieran a una Gran Coalición. En el caso que el partido comparsa se obstine en no aceptar la unidad en la diversidad, lo más probable es que sus militantes lleguen a separarse de ese partido para sumarse a la lucha unitaria.

16.  En esta fase, para incorporar a lucha a las diferentes capas sociales que componen la población, debe hacerse sobre la base de una política de unidad en la diversidad. Toda política sectaria y dogmática produce fracturas.

17.  En esta fase, es necesaria la combinación de la lucha por el poder con demandas de reivindicaciones concretas (empleo, costo de la vida, agua, luz eléctrica, etcétera); es decir, combinando tácticas concretas inmediatas con tareas estratégicas de lucha.

18.  Los diferentes componentes del movimiento social, en el sector más dispuesto a la lucha, tienen que hacer zigzags políticos necesarios, recurrir a acuerdos y/o compromisos con las diferentes agrupaciones sociopolíticas, con los diversos partidos y sectores de la sociedad civil que estén dispuestos a luchar contra la dictadura.

19.  En el marco de la estrategia de la unidad en la diversidad, lo esencial para los diferentes movimientos sociales es saber aplicar la táctica de unidad de modo que contribuya a elevar, y no hacer descender el espíritu de lucha de los diferentes sectores de la sociedad, para alcanzar la victoria final.

20.  No se puede improvisar soluciones, tenemos que mantener la lucha por democratizar al país y por eliminar el continuismo del régimen. Con ese objetivo se tiene que insistir en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en marzo 2019 y en la resolución adoptada en la OEA en 28 de julio 2019.

                                                                                                                                                                 (Getty Images)

21.  Toda negociación con el régimen y la unificación de todas las fuerzas sociopolíticas tienen que partir de un programa de “mínimo común denominador” que contenga los siguientes puntos

a)   Liberación plena de todos los presos políticos.

b)   Cese de la represión.

c)   Desarme de las bandas armadas paraestatales bajo la supervisión internacional.

d)   Restitución de todos los derechos políticos contemplados en la Constitución (libertad de reunión, de manifestación, libertad de prensa, etcétera).

e)   Retorno de todos los exiliados con garantías internacionales.

f)    Regreso de los organismos internacionales de derechos humanos (CIDH, MESENI, ONU).

g)   Reformas electorales (cambio del aparato electoral, cedulación, revisión del padrón electoral, el voto de los nicaragüenses en el extranjero, etcétera) y elecciones libres y transparentes con estándares internacionales.

 
San José/Costa Rica, 13 de agosto de 2019.

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