Nicaragua podría quedar sin diario en papel
La Prensa, el nonagenario periódico de Nicaragua, está una vez más contra la espada y la pared. En cualquier momento podría dejar de existir por falta de papel.
Y es que desde hace 74 semanas, el gobierno de Daniel Ortega no le permite a sus dueños sacar los insumos de Aduanas para imprimir el diario.
Pedro Joaquín Chamorro, hijo de Pedro Joaquín Chamorro, el legendario director de La Prensa que fue asesinado en 1978 en tiempos de la dictadura de Anastasio Somoza, y de Violeta Barrios de Chamorro, expresidenta de Nicargua, habla sobre el oscuro escenario que se cierne sobre el conocido rotativo.
¿Describa la situación de ‘La Prensa’ hoy día?
Es una situación crítica, porque el gobierno del dictador Ortega tiene 74 semanas que no permite que La Prensa pueda suplirse de papel y otros materiales necesarios para la impresión. Y nos hemos visto en la imperiosa necesidad de dejar de imprimir en nuestra rotativa, que es como imprime un periódico, e imprimir en una prensa plana alemana con papel bond.
Es mucho más costoso
Muchísimo más costoso. Más tardado y más lento el proceso de imprimir en una prensa plana que imprimir en una rotativa, y la tonelada vale pues, mucho más. Estamos imprimiendo en papel de revista con una impresión nítida. No tenemos restricciones en cuanto al contenido informativo. Este es un nuevo tipo de agresión a la libertad de prensa que no está basada en el contenido editorial. En otras épocas, nos aplicaron lo que se puede decir la censura de prensa.
Pero, si les bloquean la información oficial, no les comparten información y nos los invitan a ruedas de prensa.
Lo que se publica, no es revisado por un censor, como en la década de 1980, cuando La Prensa estuvo sometida a una censura diaria, previa. Todo lo que se iba a publicar, lo revisaban. Lo que ha sido ya una costumbre en el gobierno de Ortega, es que no se invite a La Prensa a las conferencias de prensa ni a ninguna información. Y también se ha agredido y hostigado mucho a los periodistas independientes. No solo de La Prensa, sino a los canales de televisión independientes: Canal 12, Canal 10, 100% Noticias, y hay periodistas que han sido físicamente agredidos. La policía les ha quebrado el equipo, o las turbas sandinistas.
¿Qué significa ‘La Prensa’ para Nicaragua?
En un país relativamente joven como Nicaragua, La Prensa es una de las empresas que tiene más historia. Y ha sido un baluarte de las libertades públicas. Desde allí, mi padre dio su lucha contra Somoza, mi abuelo dio la lucha contra la dictadura del otro Somoza, y nosotros, la tercera generación, la estamos dando contra la dictadura de los Ortega.
¿Por qué el gobierno de Daniel Ortega ha persistido desde hace varios años en el estrangulamiento de los medios independientes?
Simplemente, porque él no tolera una prensa libre y ha encontrado en ese estrangulamiento un método eficaz y relativamente de bajo costo. La censura, como él la aplicó también en la década de 1980, es un costo político altísimo. Pero mientras que el estrangulamiento por insumos es algo que aparentemente no tiene mayor costo político.
¿Qué le espera a Nicaragua con el silencio de las coberturas de ‘La Prensa’?
Tendría un impacto a nivel continental, porque La Prensa en Nicaragua es el último diario. Sería el único país del continente americano y posiblemente del mundo donde no se va a imprimir un diario. La misma cultura del ser humano ha escogido, entre otras formas de expresión, la impresión. La Prensa tiene 93 años de existencia, casi 100 años. Sería para mucha gente como que le quitaran a una parte de las libertades. Aunque hay otra forma de acceder a la información, como la digital, esa no la puede controlar el régimen. Es decir, hoy día circula más información a través de las redes sociales y a través de internet que en los medios impresos tradicionales o en los medios audiovisuales. Cada persona que tiene un celular, o una cámara, es un reportero ad honórem de la libertad de prensa.
¿Cómo se vive en Nicaragua hoy día?
Hay mucha pobreza. Lo primero que va a observar usted es mucha represión a manifestaciones públicas. Es decir, a usted no le pasa nada y está en su casa, pero si se quiere organizar y salir a protestar y todo eso, hay un montón de patrullas que se desplazan. Hay una cantidad de uniformados que en mis 68 años de vida yo nunca había visto. Podemos decir que Nicaragua es un Estado militarizado. Es un Estado policial. Es lamentable que un país tan pobre tenga recursos para pagar a un cuerpo armado tan enorme.