La dictadura de Daniel Ortega no respetó el duelo de tres días decretados por sí misma por la muerte del poeta y sacerdote Ernesto Cardenal. La tarde de este martes, turbas orteguistas enfurecidas llegaron a irrespetar la misa de cuerpo presente que ofició el clero de la Arquidiócesis en la Catedral de Managua: Gritaron “Viva Daniel”, levantaron pañuelos rojinegros cuando los ciudadanos entonaron el Himno Nacional, y acusaron de traidor a Cardenal, ministro de Cultura del primer gobierno de Ortega en 1980. Así Ernesto Cardenal no sólo fue un perseguido político en vida, sino también en muerte.Al finalizar la misa, las turbas orteguistas y periodistas oficialistas acosaron a personas cercanas a Ernesto Cardenal, entre ellas su asistente personal Luz Marina Acosta y Gioconda Belli. También golpearon brutalmente y robaron a periodistas de medios independientes que daban cobertura a la misa. Los informantes de La Prensa, Leonor Álvarez; Nicaragua Investiga, Hans Lawrence; y Boletín Ecológico, David Quintana resultaron con graves golpes por lo que fueron trasladados al Hospital Metropolitano Vivian Pellas. A los corresponsales de CNN en Español y Reuter les robaron sus equipos.La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, calificó la presencia de las turbas como irrespetuosa la presencia de los orteguistas. “Es un irrespeto más a la memoria del padre, la gente que lo persiguió no puede ser partícipe de los honores, espero que respeten la presencia física del padre”, dice. Consideró como cínica el duelo nacional anunciado por la dictadura tras conocerse la muerte del poeta Ernesto Cardenal. Núñez también intentó visitar a los periodistas, pero personal del centro médico se lo impidió. Al cierre de este informe, los periodistas agredidos se encontraban estables y serían dado de altas esta misma tarde.