¿Qué facilitó el ataque de Hamas contra Israel y qué viene ahora?

Es fundamental comprender que una operación de esta envergadura no puede llevarse a cabo sin dos habilidades cruciales que Hamas no posee. La primera de ellas es la inteligencia, y la segunda es la tecnología. Solo los Estados específicos pueden proporcionar tales capacidades, y el único Estado que es capaz y está dispuesto a hacerlo por Hamas es Irán. Esta es la razón por la que Irán está profundamente involucrado en esta operación, a pesar de que su gobierno ha elogiado el ataque de Hamas, negando su participación.

La estrategia general de Hamas, que guarda similitudes con la estrategia de Irán, consiste en lanzar una guerra multifrente contra Israel. Durante los últimos años, Hamas ha trabajado en la ejecución de esta estrategia. Por un lado, mantuvieron la calma en la Franja de Gaza, aprovechando beneficios económicos provenientes de Israel, Qatar y Egipto para fomentar la prosperidad y la reconstrucción de la Franja. Sin embargo, estos recursos fueron utilizados como un paraguas para fortalecer sus capacidades militares y prepararse para el gran día, que lamentablemente llegó el pasado sábado, 7 de octubre.

¿Cuál era el objetivo estratégico de esta operación, a pesar de que sabían que el precio sería muy alto y que estaban poniendo en peligro su propia existencia? 

Hamas confiaba en que el impacto y el horror de esta operación, junto con las bajas que causaría, serían interpretados por todos los palestinos como una señal divina para abrir todos los frentes de batalla y luchar contra Israel, marcando el fin del Estado de Israel. Estaban convencidos de ello.

Esta fue la razón detrás de la operación, ya que debemos tener en cuenta que más de 2.000 terroristas de la unidad especial de Hamas, conocida como los Nukhba, llevaron a cabo esta operación. 

¿Sabes cuánto tiempo se requiere para entrenar y preparar una fuerza de esta envergadura?

Muchos meses incluso años.

Actualmente, la tropa total de Nukhba es de alrededor de 3.000 a 4.000 personas, en comparación con el ejército israelí, que incluye a los reservistas, y cuenta con más de 600.000 efectivos.

El ataque del 7 de Octubre pasado no tenía la intención de liberar a los prisioneros de Hamas detenidos en las cárceles israelíes. El objetivo era mucho más ambicioso, buscaban motivar a los palestinos en Cisjordania y en toda Israel a abrir otros frentes de batalla contra objetivos israelíes.

Hamas tuvo un éxito mayor del que anticipaban, ya que esta operación fue una gran catástrofe. Israel perdió a muchas personas. Con su brutalidad, Hamas se ha convertido en lo que podríamos describir como una versión radicalizada del ISIS.

Este fracaso recae en el ámbito político y en los responsables de la toma de decisiones, ya que aceptaron las evaluaciones de inteligencia sobre Hamas. Son responsables, pues no realizaron las preguntas adecuadas.

No obstante, el problema no radica únicamente en la inteligencia, sino también en la política. En los últimos tres años, analistas  criticaron la política israelí, ya que se consideró que estaba brindando a Hamas una zona de confort y demasiada libertad de acción. Esto les permitió fortalecerse militarmente y, al mismo tiempo, fomentar la campaña terrorista de Hamas en Cisjordania.

Además, se permitió  que Gaza continuara recibiendo beneficios económicos con la esperanza de que Hamas se moderara o se volviera más pragmático, perdiendo su motivación para atacar a Israel. Sin embargo, esto resultó ser un error. Advertido públicamente sobre esto en varios escritos en los últimos años.

Debemos comprender que Hamas es un grupo extremadamente religioso, radical y determinado. Para los occidentales, es difícil comprender que creen que serán capaces de acabar con el Estado de Israel, pero esa es su convicción.

Hamas se estableció como un movimiento religioso y social, siendo la rama palestina de la Hermandad Musulmana originaria de Egipto. Esta es la esencia fundamental de Hamas, donde la ideología religiosa constituye el componente más importante de su existencia y creencia.

Para comprender la situación, debemos remontarnos a 2007. En ese momento, Hamas se convirtió en el principal desafío para la Autoridad Palestina, ya que su objetivo final es controlar todo el sistema palestino, incluyendo la Autoridad Palestina y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Hamas percibe a la Autoridad Palestina como un colaborador de Israel y busca socavarla, siendo una amenaza significativa para su supervivencia.

En la franja de Gaza Hamas ha abarcado una variedad de funciones, desde la educación hasta la gestión de residuos, la energía, la infraestructura, la salud, la recaudación de impuestos, la industria y la agricultura, controlando prácticamente todos los aspectos de la Franja de Gaza desde 2007. Para lograr una gobernabilidad efectiva, tuvieron que institucionalizarse, llevando a cabo prácticas propias de un Estado, como la recaudación de impuestos y la prestación de servicios de educación y salud.

La frustración es comprensible. Israel tiene un control significativo de inteligencia en toda la Franja de Gaza, por lo que es desconcertante que no se haya obtenido una alerta temprana del ataque del fin de semana pasado. La inteligencia disponible es muy precisa, y se conoce la ubicación exacta de los túneles y las instalaciones de Hamas. 

En un edificio de 15 pisos, se tiene conocimiento de la ubicación de Hamas en cada uno de ellos, por lo que el problema no es de inteligencia en este aspecto.

Sin embargo, el desafío radica en la ejecución de la misión de aniquilar a Hamas y negar todas sus capacidades militares. Esto requerirá no solo una campaña aérea, sino también una operación terrestre que debe ser meticulosamente preparada, ya que Hamas está preparado y ha dispuesto trampas mortales en el camino.

La ofensiva de Israele la estan preparando con gran detalle. Los terroristas tienen una idea bastante precisa de cómo las Fuerzas de Defensa de Israel llevarán a cabo la operación. No debemos hacernos ilusiones de que el costo no será elevado. Habrá víctimas de ambos lados, pero este es el precio que Israel esta dispuesto a pagar si quiere seguir viviendo en esa región como un Estado democrático.

Israel sigue las leyes de la guerra y el derecho internacional y está tratando de evacuar todas las zonas del norte de la Franja de Gaza, especialmente el área de la Ciudad de Gaza. Esto se debe a que es el centro neurálgico de Hamas, donde se encuentran la mayoría de sus activos. Israel no tiene la intención de dañar a personas inocentes, y no quiere causar daños colaterales. Por lo tanto, esta haciendo todo lo posible para persuadir a la población a abandonar la zona, ya que está saturada de activos de Hamas.

Esto no descarta lo horrores que se viven en la guerra como decisiones o errores como el del bombardeo a un Hospital en Gaza que dejaron centenares de civiles asesinados muchos de ellos niños. Errores que servirian como detonante para que el conflicto se extienda por toda la region. Incluso que para que Hamas siga sacrificando a su pueblo con el objetivo de criminalizar el derecho a la defensa del pueblo israeli.  La visita de Biden en estos momentos es altamente peligrosa ya que puede incendiar aun mas las pasiones en el sector arabe lejos de apasiguarlas.

La razón por la que Israel debe bombardear y demoler tantos edificios es porque Hamas se encuentra en todas partes. Su lógica organizativa fundamental implica utilizar a su propia población como escudos humanos. Lo hacen de manera cínica y brutal, y desean que haya un gran número de víctimas para poder utilizar los medios de comunicación internacionales y los tribunales internacionales con el fin de demonizar a Israel y ganar simpatía y apoyo. Es absurdo que estos individuos, que no respetan ninguna ley ni norma internacional, utilicen estas plataformas para presentar su caso. Israel debe despejar el área y crear las condiciones óptimas para que las fuerzas terrestres puedan llevar a cabo la misión de tratar con toda la infraestructura subterránea y completar el trabajo.

Israel no tiene la intención de quedarse en Gaza y gobernar la población. Podría comenzar con una fuerza de misión internacional o árabe y culminaría con el regreso de la Autoridad Palestina a la Franja de Gaza. Sin embargo, considera que la Autoridad Palestina no puede regresar de inmediato a la Franja de Gaza. De lo contrario, sería percibida por la población palestina como una traidora, como alguien que colaboró con Israel para derrocar a Hamas. Sin embargo, con el tiempo y una preparación adecuada, podría ser un modelo razonable que la Autoridad Palestina vuelva a asumir el control en la Franja de Gaza.

Debemos ser conscientes de que, incluso si la Autoridad Palestina regresa a la Franja de Gaza, esto no significa que  se llegara a un acuerdo final con los palestinos. Esta no es la situación actual. Siempre ha habido acuerdos.

Los acuerdos no han sido el problema. En 2005, Israel desmanteló todos los asentamientos en la Franja de Gaza y en el norte de Samaria.

La respuesta de Yasser Arafat a la oferta de Camp David en 2000, mediada por el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, fue la Segunda Intifada.

Israel ha demostrado dos veces su disposición y capacidad para evacuar los asentamientos en pos de la paz. Los palestinos deben cruzar el Rubicón y entender que la única manera de vivir en paz en esta región es encontrar una forma de hacerlo junto a Israel como parte de la nueva arquitectura regional basada en el proceso de normalización entre Israel y los países árabes con el respaldo de Estados Unidos. Esta nueva arquitectura podrá contrarrestar cualquier esfuerzo de los iraníes por aumentar su influencia o alcanzar la hegemonía en el Medio Oriente en general.

Se está librando una batalla entre el eje de resistencia extremista liderado por Irán, compuesto por Hamas, la Yihad Islámica Palestina, Hezbolá y otros representantes iraníes en todo el Medio Oriente, y el eje pragmático árabe sunita, liderado por Arabia Saudita y Egipto. La Autoridad Palestina en Israel debería ser parte de este último grupo, que cuenta con el respaldo de Estados Unidos. Si los palestinos se unen a este bando, entonces se podrá hablar de paz entre Israel y los palestinos.