Biden podría retirarse de la carrera presidencial y Trump esta a las puertas de su inhibición

Recientemente, un influyente estratega de JPMorgan ha predicho que el presidente Joe Biden se retirará de la carrera presidencial debido a problemas de salud. Este pronóstico se suma a la compleja dinámica política que enfrenta la nación, donde tanto Biden como su predecesor, el expresidente Donald Trump, afrontan niveles significativos de impopularidad.

¿Existen paralelos entre Biden y Lyndon B. Johnson?

Lyndon B. Johnson se destacó como una excepción reciente a la regla de buscar la reelección presidencial. ¿Hay alguna conexión entre las circunstancias que llevaron a LBJ a anunciar que no se postularía para presidente en 1968 y los desafíos que enfrenta Biden en la actualidad?.

Sí, existe una percepción errónea de que la decisión de LBJ de no buscar la reelección se debió únicamente a la creciente controversia y divisiones en torno a la guerra de Vietnam. Aunque esto pudo haber sido parte de la ecuación, su principal preocupación estaba centrada en su salud.

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Habiendo sobrevivido a un ataque cardíaco casi fatal en 1955 y con antecedentes familiares de enfermedades cardíacas fatales, Johnson no deseaba exponer al país a una crisis similar a las que experimentamos con la repentina muerte de Franklin D. Roosevelt en 1945 o el derrame cerebral de Woodrow Wilson en 1919, que lo dejó incapacitado.

Al considerar una posible postulación, Biden debería realizar una evaluación similar. La esperanza de vida promedio de un hombre estadounidense es de 79 años, y Biden tendría 86 al finalizar un segundo mandato. Incluso si viviera durante toda la duración de dos mandatos presidenciales, ¿poseería la resistencia física y mental necesaria para enfrentar las tensiones inherentes al cargo? Este es un cálculo crucial que Biden deberá hacer mientras reflexiona sobre su futuro político.

Al reflexionar sobre la historia presidencial de Estados Unidos, recordamos que incluso figuras veneradas como George Washington recibieron críticas durante su mandato. La idea de reverenciar ciegamente a los líderes políticos quedó en entredicho con el sucesor de Washington, el presidente John Adams, quien fue descrito por un editor de periódico como "viejo, quejumbroso, calvo, ciego, lisiado y sin dientes".

En el contexto actual, Joe Biden, a sus 81 años, se enfrenta a una desaprobación que se asemeja a la de John Adams. Su posición como el presidente más anciano en la historia del país se ve empañada por una baja popularidad, con solo el 39% de los votantes satisfechos con su desempeño.

Por otro lado, Donald Trump, aunque sigue siendo una figura influyente, enfrenta la antipatía de la mayoría de los votantes estadounidenses y la complicación adicional de enfrentar cuatro acusaciones criminales. 

La orden de la Corte Suprema de Colorado de retirar su nombre de las boletas electorales destaca las crecientes tensiones en torno a la participación del expresidente en los intentos de revertir las elecciones de 2020.

La atención se centra en la Corte Suprema de EE. UU., que escuchará argumentos sobre este caso el 8 de febrero. Este acontecimiento coloca a los nueve jueces en el centro de una elección presidencial por primera vez desde el año 2000, cuando su decisión detuvo el recuento de votos en Florida, otorgando la presidencia a George W. Bush.

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Biden, en un discurso cerca de Valley Forge, Pennsylvania, busca retratar la campaña de Trump como una amenaza existencial para la democracia estadounidense. 

En el marco del caso contra Donald Trump por su presunto intento de alterar los resultados electorales de 2020, se revela que dos de los cuatro delitos imputados están vinculados directamente al artículo que prohíbe obstruir procedimientos oficiales. 

En la tercera imputación contra Trump, el fiscal le acusa de conspiración para defraudar al Gobierno estadounidense, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción o intento de obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración para violar derechos civiles.

Aunque el expresidente no enfrenta directamente cargos por el asalto al Capitolio, sus acciones buscaban obstaculizar la certificación de la victoria de Biden de diversas maneras. 

El resultado de los delitos de obstrucción y conspiración dependerá de la decisión del Tribunal Supremo en este caso, el cual no se espera que emita un veredicto hasta junio, al cierre del curso judicial. Esto complica aún más el calendario del juicio, inicialmente propuesto para el 4 de marzo, cuya viabilidad ahora parece utópica.

En un desarrollo paralelo, la jueza encargada del caso ha decidido suspender la instrucción hasta que el tribunal de apelaciones y, en última instancia, el Supremo, resuelvan sobre la afirmación de los abogados de Trump de que goza de inmunidad presidencial por sus acciones. Este recurso surge como respuesta a la negativa inicial de la jueza.

Con una super mayoría conservadora de seis a tres, el Tribunal Supremo, donde tres magistrados fueron nombrados por Trump durante su mandato, se encuentra en el epicentro de un curso judicial marcado por las cuatro imputaciones contra el expresidente, que incluyen casos en Nueva York, Florida, Washington y Georgia. 

La expectativa es que otras ramificaciones legales puedan llegar hasta la máxima instancia judicial.
En un caso adicional que involucra al individuo Fischer, un juez de distrito inicialmente respaldó su solicitud de desestimar la acusación por obstrucción. 

Sin embargo, el Departamento de Justicia apeló, argumentando que el artículo en cuestión debía aplicarse en este caso, lo que refleja la complejidad legal y los desafíos en curso para todos los involucrados en este controvertido proceso judicial.

La carrera presidencial para el 2024 plantea desafíos adicionales. Mientras Trump mantiene una posición sólida, figuras como la ex embajadora de la ONU Nikki Haley y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, buscan destacarse. Las elecciones primarias en Iowa y New Hampshire en enero serán cruciales para evaluar la viabilidad de alternativas al liderazgo de Trump.

En medio de la incertidumbre, se plantea la posibilidad de que las acciones legales contra Trump impacten su influencia política. Aunque las acusaciones no han dañado significativamente su imagen hasta ahora, una condena podría cambiar esa dinámica.

En cuanto a la economía, factor clave en las elecciones, Biden podría tener una ventaja según las cifras.

El país ha recuperado los empleos perdidos durante la pandemia, los salarios superan el aumento de precios y la economía muestra un crecimiento significativo. Sin embargo, estas cifras positivas deben ser cuidadosamente evaluadas en el contexto de la percepción pública.

En conclusión, el panorama político estadounidense se presenta desafiante y complejo, con predicciones sobre la posible retirada de Biden y la influencia continua de Trump. Las elecciones primarias serán determinantes para el futuro del país y la dirección que tomará en los próximos años.