Félix Maradiaga: Unidos somos un volcán
En el frío invernal de Washington D.C., un salón con la solemnidad de una corte se convirtió en el escenario de ejemplo valioso del valor de la unidad democrática frente a la dictadura. En este espacio, voces de estudiantes, periodistas, campesinos, indígenas, académicos, líderes políticos y defensores de derechos humanos se alzaron con valentía para denunciar los crímenes de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Este evento, en el marco de la inédita investigación de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) bajo la Sección 301 del Acta de Comercio de 1974,inédita investigación de laOficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) bajo la Sección 301 del Acta de Comercio de 1974, no solo fue un acto de denuncia, sino un claro ejemplo de que la unidad de la oposición es posible.
Aunque yo envié mi testimonio público previamente por escrito, pude acompañar a las personas que testificaron y me sentí profundamente identificado con las acertadas palabras de quienes hablaron en nombre de Nicaragua y de la justicia.
Entre las muchas voces valiosas, escuchamos a Yubrank Suazo y Lester Alemán, símbolos de la resistencia estudiantil, expusieron con elocuencia el impacto de la represión en una generación. Aníbal Toruño, periodista y director de Radio Darío, relató los ataques contra la prensa independiente, mientras que líderes como Juan Sebastián Chamorro y Medardo Mairena compartieron los sacrificios personales en su lucha por la libertad. La intervención de Anexa Alfred, sobre las violaciones contra comunidades indígenas y afrodescendientes, fue un recordatorio contundente de cómo los más vulnerables han sido los más afectados.
Además, las aportaciones técnicas de Manuel Orozco, de Diálogo Interamericano, y Julio Martínez, de Expediente Público, destacaron el impacto económico y social del régimen. Y no menos importante, las palabras emotivas de Rosalía Miller llevaron al salón el profundo dolor de las víctimas, representando el sufrimiento colectivo de nuestro pueblo.
La Unidad de la Oposición: Una Fuerza en Construcción
Este evento también puso de manifiesto que existe la capacidad de la oposición nicaragüense para unirse en un esfuerzo colegiado. Organizaciones y voces plurales trabajaron juntas, con el respaldo de plataformas como la Asamblea Nicaragüense por la Democracia (AND), que sirvió de espacio de coordinación para garantizar que la diversidad de la oposición tuviera representación. Por primera vez en mucho tiempo, quedó claro que, a pesar de nuestra pluralidad, compartimos un objetivo común: denunciar la dictadura y abogar por justicia.
El Reporte de la ONU y la Inmoralidad del CAFTA
El reciente informe del Grupo de Expertos de Naciones Unidas sobre Nicaragua ofrece un marco de apoyo sólido para estos esfuerzos. Este reporte documenta cómo la dictadura ha cometido violaciones sistemáticas de derechos humanos, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, torturas y persecución política, todo dentro de un esquema planificado de represión.
En este contexto, es indignante que el régimen de Ortega siga beneficiándose de las ventajas del CAFTA-DR (Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y República Dominicana). Los ingresos generados por el comercio internacional no están siendo utilizados para mejorar la calidad de vida de los nicaragüenses, sino para fortalecer su aparato represivo. Esto contradice los principios fundamentales del acuerdo, que exige el respeto al estado de derecho, a los derechos laborales, y medioambientales como condición para sus beneficios.
Un Paso Histórico: La Investigación del USTR
La investigación del USTR bajo la Sección 301 marca un precedente en la historia de la política comercial de los Estados Unidos. Por primera vez, se utiliza esta herramienta no solo para abordar prácticas comerciales desleales, sino también para enfrentar graves violaciones de derechos humanos y laborales. Este proceso es más que una cuestión de comercio; es una afirmación de que la justicia y los derechos humanos deben estar en el centro de las relaciones internacionales.
Los testimonios presentados en Washington demostraron que estas violaciones no solo afectan a las víctimas directas, sino que también socavan el desarrollo económico y crean un entorno de inestabilidad regional.
Un Llamado a la Comunidad Internacional
La comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de actuar. Si la investigación del USTR confirma las alegaciones, será crucial implementar sanciones específicas contra los sectores económicos que financian la represión y garantizar que los beneficios del CAFTA no sean usados para sostener un régimen opresor.
Este proceso también es una oportunidad para reforzar el apoyo a las organizaciones de la sociedad civil exiliadas, que siguen trabajando desde el exterior para documentar abusos y abogar por un futuro democrático para Nicaragua.
Unidos por la Justicia y la Libertad
El evento en Washington no solo fue un acto de denuncia, sino una poderosa demostración de que la unidad de la oposición nicaragüense es posible. En un momento en que la represión busca fragmentarnos, estas voces unidas enviamos un mensaje claro: Nicaragua tiene esperanza, y esa esperanza nace de nuestra capacidad de trabajar juntos.
Mientras la nieve cubría las calles de Washington, las palabras de los testigos llenaron el salón con el calor de la verdad y la fuerza de la unidad. Que este sea el inicio de un nuevo capítulo en nuestra lucha, donde la justicia y la libertad sean posibles gracias a nuestra determinación colectiva.
Porque unidos, somos un volcán.