Dictadura de Daniel Ortega será derrocada con una implosión social en filas del FSLN, dicen analistas

Tras la renuncia y denuncia del Embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA)Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo McFields Yescas, contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, algunas voces disidentes aseguran que solo una implosión social dentro de las filas del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLNFSLN) se podrá acabar con los pilares de la dictadura. 

“Nicaragua vivió entre abril 2018 a marzo de 2019 una fase de explosión social. Sin embargo, con la firma de los acuerdos de marzo 2019 un nuevo tsunami social no era posible, dado la capitulación del gran capital”, señala el analista Óscar René Vargas.

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Según Vargas, para derrocar a la dictadura sólo es posible a través de implementar la estrategia de la implosión social, es decir, el movimiento social debería de actuar como las termitas carcomiendo desde adentro los principales pilares de la dictadura.

“La renuncia/denuncia del Embajador de la dictadura en la OEA la dictadura recibe un duro golpe que tendrá efectos colaterales entre los funcionarios tanto al interior como en el exterior”, señala Vargas

En este sentido, Vargas llamó a la oposición a trabajar orientados a favorecer la implosión “dado los niveles de represión, el reflujo del movimiento social, el exilio de muchos líderes locales, el encarcelamiento de más de 177 líderes políticos, nos indican que el trabajo político tiene que estar orientado a favorecer la implosión del régimen”.

También Mónica López respaldó la idea de dinamitar las filas del FSLN, pues los trabajadores del Estado reconocen que con Daniel Ortega no hay futuro porque implementa el “terrorismo de Estado”.

“Denunció públicamente las condiciones en las que tienen a los presos políticos, los asesinatos que han quedado en la impunidad y las condiciones prácticamente de terrorismo de estado en las que vive la población nicaragüense y que sin duda también afectan a los funcionarios públicos y a los miles de trabajadores del estado que en las palabras de McFields, denotan una situación realmente de un secuestro político de estos trabajadores del estado, esta denuncia desde las entrañas del régimen tiene un significado político adicional”, dijo López en la Cadena de Medios Nicaragua Actual, 100%Noticias y Despacho 505.

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López agregó que las organizaciones "azules y blancos" y movimientos sociales tienen que hacer un llamado a las estructuras del Estado secuestradas por Ortega.

“Que se revelen en la forma que le sea posible no necesariamente tienen que ser de carácter público puede ser a través de proveer información invaluable para este enorme empeño de lograr la libertad de Nicaragua.  Yo tengo muchos años de estar sosteniendo que uno de los objetivos es empujar mensajes políticos que ayuden a dinamitar a la dictadura por dentro, es uno de los pocos pilares sobre los cuales se sostiene el régimen obviamente bajo una una estrategia de terror en su propia estructura”, continuó.

En este sentido, la activista política llamó a todos los sectores opositores a evitar polarizar porque solo ayudan al régimen.

“Hay muchos sectores que están padeciendo las consecuencias de vivir bajo un régimen dictatorial, lo que pasó el día de hoy es una evidencia clarísima del estado de terror (...) necesitamos una transición democrática en el menor tiempo posible, este régimen tiene que salir del poder porque no ofrece oportunidades ya ni siquiera para su propia gente”, apuntó.

En un artículo de opinión divulgado por Confidencial en 2019, López escribió que se debe construir una verdadera “Unidad en la Diversidad”, con discursos y planteamientos que sean incluyentes, que no polaricen de forma extremista a la sociedad porque eso solo fortalece al núcleo duro de la dictadura. 

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“Los Ortega-Murillo apuestan a que no tendremos ni la capacidad ni la madurez política de dirigirnos a sus propias bases. Creen que el sectarismo se impondrá sobre nuestra racionalidad. Esta mirada comprensiva de la diversidad que existe en nuestra sociedad, es una necesidad histórica no solo para sacar a la dictadura del poder, sino para evitar que sus grupos fanatizados puedan malograr eternamente los esfuerzos que un nuevo gobierno democrático pueda emprender”, escribió López en esa ocasión.