Dictadura encarcela al vocero de la CSJ Roberto Larios supuestamente porque "comentó" situación de los presos políticos
El "eterno" vocero de la Corte Suprema de Justicia en Nicaragua y de quien se decía hasta este fin de semana que era un leal a ciegas de los magistrados sandinistas en ese Poder del Estado, Roberto Larios, amaneció preso en las celdas de El Chipote luego que efectivos policiales lo sacaran de su casa para llevárselo a la cárcel, informó el periodista Emiliano Chamorro.
Aunque hasta ahora la Policía sandinista ni el Poder Judicial han hecho pública la noticia, versiones diversas indican que Larios, de profesión periodista, abogado y que llevaba más de 20 años en la vocería de la máxima instancia judicial, habría hecho comentarios sobre el maltrato que reciben los presos políticos en las cárceles de la dictadura.
Otra de las versiones que se divulgan a medias voces es que en la Corte Suprema hay una división muy marcada sobre la forma con que están siendo llevados los procesos judiciales de los opositores y el vocero habría tomado partido contrario con la línea orientada por Daniel Ortega y Rosario Murillo. Eso lo habría llevado a la cárcel.
Una tercera versión de una fuente cercana a la CSJ sugiere que el encarcelamiento de Larios obedece a una investigación por actos de corrupción dentro de la Corte, lo que según la fuente supondría que habrá más arrestos si ese fuera el caso.
La dictadura Ortega-Murillo mantiene encarcelados a más de 200 opositores, los que han sido procesados y condenados por delitos fabricados con ayuda de los fiscales sandinistas en el Ministsterio Público. La comunidad internacional, así como organismos de derechos humanos han calificado estos procesos como "aberraciones jurídicas".
Familiares de los reos de conciencia han denunciado reiteradamente que sus parientes sufren torturas de diferentes formas dentro de las cárceles de la dictadura. Entre esas torturas se cuentan aislamientos prolongados en celdas de castigo con poca o ninguna iluminación o luces encendidas las 24 horas, mala alimentación, privación de atención médica y hasta la prohibición de recibir visitas familiares así como largos y constantes interrogatorios.
Esas condiciones inhumanas han generado el rechazo internacional y nacional. Incluso, según versiones entre corrillos judiciales, aún entre el personal judicial habría cierto malestar por las arbitrariedad y crueldades cometidas contra los reos de conciencia por órdenes de los dictadores Ortega y Murillo.
Sorpresivos despidos en la CSJ
Otro aspecto que podría evidenciar “turbulencias” dentro del Poder Judicial es el reciente sorpresivo despido de la directora de Relaciones Internacionales Katia Jaentschke Acevedo, quien es hija del exvicecanciller Valdrack Jaentschke Whitaker, actual “ministro consejero” en la embajada de Nicaragua en Costa Rica y uno de ,los operadores políticos más leales a los dictadores dentro del servicio diplomático. El despido fue ordenado “desde arriba” a inicios de octubre.
Fuentes cercanas a ese Poder del Estado revelaron que el despido de Jaentschke Aceved fue tan humillante que ni siquiera le permitieron ingresar a su oficina “a recoger sus pertenencias”.
Otro despido repentino fue el de Ruth Tapia Roa, quien ocupaba el puesto de directora de Protocolo en la Corte Suprema de Justicia, quien ha representado al régimen de Daniel Ortega ante la Organización de Estados Americanos (OEA), además fungió como embajadora de Nicaragua en Francia y fue ministra de defensa.