Futuro canciller de Brasil descarta visita de Lula da Silva a Nicaragua, Venezuela y Cuba
El futuro canciller de Brasil, Mauro Vieira, adelantó que difícilmente el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva visite países gobernados por regímenes autoritarios, como el de Nicaragua.
“El presidente no debe viajar a países gobernados por regímenes autoritarios de izquierda, como Nicaragua, Venezuela y Cuba al inicio del gobierno”, declaró Vieria.
Estas declaraciones, divulgadas en el sitio Estadao, las dio el futuro canciller sin olvidar advertir que Lula “planea el acercamiento de las naciones de América Latina”, aunque consideran que no hay razón para estas visitas de estado.
Otro aspecto importante de las declaraciones de Vieira es que sigue defendiendo el regreso de Venezuela al Mercosur, a la vez que descarta una visita presidencial y dijo que era hora de volver a traer a Brasil a las 'grandes discusiones'.
Lea más: ¿Es la victoria de Lula da Silva en Brasil un espaldarazo a Daniel Ortega?
"Vamos a apoyar el regreso de Venezuela" al bloque formado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, dijo Vieira en una entrevista divulgada por el diario O Estado de Sao Paulo.
Relaciones con Venezuela
El diplomático fue ministro de Exteriores durante la gestión de Dilma Rousseff, quien fue destituida a mediados de 2016, unos meses antes de que el bloque aprobase la suspensión de Venezuela.
Vieira ya ha anticipado que una de las primeras iniciativas de Lula en relación a la política exterior será restablecer en todos los planos las relaciones con Venezuela y revocar la decisión de Bolsonaro que reconoce como "presidente legítimo" de ese país al opositor Juan Guaidó.
Cabe mencionar que las relaciones históricas con los gobernadores de estos tres países provocaron críticas en la campaña electoral de Lula.
Además, el futuro canciller anticipó que el primer paso será enviar a Caracas a un encargado de negocios, con el objetivo de reabrir la embajada para posteriormente proceder a nombrar un nuevo embajador.
También aclaró que las relaciones diplomáticas serán restituidas con "el Gobierno que fue elegido" por los venezolanos, que "es de Nicolás Maduro", lo que corta tajantemente cualquier vínculo con la oposición.