Ex reo político fue capturado por el Ejército, interrogado por civiles armados y recluido en el Distrito III
Miguel Flores, miembro de la Alianza Universitaria, fue detenido en noviembre de 2022, por el Ejército de Nicaragua, fue trasladado a una base en Rivas y luego lo entregaron a la policía. Civiles lo interrogaron a él y a las dos personas que lo acompañaban, los amarraron con los cordones de los zapatos y los enviaron al distrito III en Managua. Pasó 100 días aguantando frío, condenado injustamente en un juicio sin fundamentos.
“Nosotros fuimos detenidos en un punto ciego de Rivas, en Cárdenas. Venía con Mildred Rayo y su novio. Fuimos detenidos por el ejército de manera arbitraria, pues al pasar uno de los retenes nos detuvieron, pidieron los documentos, la cédula, los pasaportes y empezaron a tomarnos fotos en ese retén”, recuerda Flores.
“Los que estaban ahí parando a la gente dijeron que llegaría un superior a hacernos unas preguntas y que nos iban a dejar ir. Después fuimos escoltados a una base militar que le llamaban la casona, fue en ese momento que nosotros sentimos un poco de temor, porque no es normal que el Ejército de Nicaragua te detenga y aparte te traslade a otro lugar donde no sabes ni dónde está ubicado y al llegar al lugar nos encontramos con personas civiles que estaban armadas verdad que fueron quienes en su momento nos interrogaron”, apuntó el joven.
Su caso y el de Mildred Rayo son el testimonio fehaciente de que el Ejército de Nicaragua ha actuado coludido con la policía para capturar a opositores, aunque la institución castrense le ha dejado todo el descrédito a la policía.
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“No era solamente el hecho de que nos había detenido el Ejército de Nicaragua, sino que además quienes se hacen cargo de todo el proceso de preguntarnos y quitarnos nuestras cosas son personas civiles que no se identificaban como miembros del Ejército”, prosiguió Flores, quien ve esto como una anomalía más.
Después de tenerlos en la base militar y de ser interrogados por civiles, los entregaron a la policía de Rivas. “Ahí nos pusieron esposas, porque íbamos amarrados con nuestros cordones”, recuerda.
Interrogatorio en ropa interior
La policía de Rivas los trasladó a Managua, pero no los llevaron a Auxilio Judicial, sino al Distrito III, donde los empezaron a interrogar otros civiles.
“Me interrogaron en ropa interior, esto con los civiles. Luego vino un segundo interrogatorio con personas de Auxilio Judicial, nos interrogaron por dos horas y media, quizás más, después nos volvieron a interrogar y así transcurrió eso por casi 5 días”, continuó.
Doce días después de su captura fueron llevados a los juzgados. No les permitieron defensa privada, los interrogadores sirvieron como testigos y en el caso del novio de Mildred Rayo, le crearon una red social para acusarlo de menoscabo a la patria.
Le impusieron defensa y dice que “el día del juicio fue una locura total, cómo la policía y todo el sistema judicial era un circo, prestándose a las violaciones de nuestros derechos, la fiscalía misma argumentando cosas que nunca sucedieron, se dijo que fuimos apresados en momentos distintos”, prosigue.
Cuando preguntaba por su familia, le decían que a su mamá le informaron que estaba preso por homicidio.
17 en celdas para 6
Miguel Flores estuvo en una celda con 17 reos comunes, aunque el espacio era para 6 personas. Se enfermó, pero no supo si tenía o no Covid, pues el médico a duras penas le tomó la temperatura y la presión.
“Tuve suerte en medio de todo, pues que mientras estuvimos esos 17 yo estaba en un camarote que no era nada gratificante, pues era de concreto, no tenía ninguna toalla, porque no lo permitían en el Distrito y dormir allí en ese espacio tan pequeño provocaba dolores de espalda”, señala.
Asimismo, aguantó frío en diciembre, pues la celda era abierta y las bajas temperaturas congelaron hasta sus huesos, pero no le permitían ni una sábana.
Flores asegura que miércoles a miércoles esperaban su traslado a algún sistema penitenciario, pero eso nunca llegó. Cuando preguntaban por qué, si estaban condenados, permanecían en esas celdas, pero no recibían respuestas. Salvo cuando algunos oficiales le decían que los de Auxilio Judicial no habían autorizado su traslado.