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Excarcela política Julia Hernández: “Yo llegué loca al sistema penitenciario”, por psicofármacos suministrados en El Chipote

Julia Hernández asegura que le daban psicofármacos en El Chipote. La obligaban a tomarlos, para mantenerla dormida, si no lo hacía la amenazaban con impedir que recibiera las cosas que su mamá le llevaba

Marzo 28, 2023 07:00 AM
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Julia Hernández, originaria de Monimbó Masaya, se ganaba la vida vendiendo pan, pero en 2018, al ver la represión de la dictadura contra el pueblo, se sumó a las protestas. En enero de 2021 se la llevaron detenida y asegura que en El Chipote le dieron psicofármacos que la hacían ver y oír cosas. Después de todo eso no pierde la esperanza de volver a una Nicaragua libre.

A mes y medio de haber sido desterrada a Estados Unidos, Julia asegura que es difícil estar lejos de sus seres queridos, “en un lugar donde no conocemos, alrededor de gente que no sabemos cómo comportarnos con ellos porque ya nosotros traemos nuestras raíces nicaragüenses y somos muy distintos, ellos hablan un idioma que yo no puedo hablar entonces es una cosa sentimientos encontrados”.

Retrocediendo el tiempo, recuerda que ella siempre salía a correr a las tres de la mañana, pero el día de su detención no lo hizo. De pronto escuchó que golpearon el portón de su casa y le dijeron que era la policía.

“Yo no creía. Abro la puerta y miro a personas armadas alrededor de mi casa y comenzaron a rodear mi casa. En mi casa no encontraron nada. A mí me trasladan a Masaya y ahí encuentro al otro muchacho. Me preguntaban dónde estaban las armas y yo no tenía ninguna arma en mi casa y ellos comenzaron a buscar, desbarataron mis cosas, cada cosa que encontraban la desbarataban, hasta el colchón de mi bebé y dijeron que tenía que quedarme callada y no decir nada”, señaló.

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Después de requisar sus dos casas, la trasladaron al Chipote, donde la tuvieron por 13 días, ahí la sacaban cada media hora para los interrogatorios. 

“Qué les iba a decir si yo no sabía absolutamente nada. Estando en el chipote me hicieron dos audiencias y mi familia creía que me iban a soltar, porque ellos les decían que yo solo estaba en investigaciones. Un día antes que me trasladaron a la Esperanza a mí me dieron una visita como de 5 a 10 minutos le dije a mi prima que me iban a hacer audiencia que yo no tenía abogado ni nada y que siempre me estaban tirando encima que yo tenía armas, bomba, que le estaba dando menoscaba la integridad nicaragüense. Esa era mi primera acusación, después me la quitaron y me dijeron que era por arma y drogas”, prosigue en su relato.

Drogada con psicofármacos

Julia Hernández padece de problemas en la columna, por lo que toma Gabapentina, y tiene glaucoma, pero nunca le dieron permiso para recibir sus medicamentos, sin embargo, ella asegura que en El Chipote a ella le daban psicofármacos para volverla loca.

“Los psicofármacos me causaban que estuviera acostada boca abajo todo el tiempo, no podés comer. Yo allí perdí demasiado peso. Entré pesando 165 y salí con 133, porque en el sistema penitenciario me pesaron. Yo era rebelde, no te voy a decir que me quedaba callada yo le gritaba les decía decir que ellos eran unos jodidos lame bota de Daniel Ortega y parece que eso a ellos los molestaba y me tenían que meter psicofármacos para tenerme dormida”, confiesa.

Además, asegura que cuando no quería tomar las pastillas, “ellos me decían un montón, que no me iban a dejar pasar las cosas que me iba a dar mi mamá, que no iban a dejarla pasar nada y que no le iban a decir nada a mis familiares, porque mi mamá, aun siendo de Masaya, ella buscaba cómo llegar hasta el sitio donde yo me encontraba. Muy a las 5 de la mañana mi mamá estaba afuera dejando comida y era injusto que yo le hiciera eso, entonces qué es lo que yo hacía, me las tenía que tomar. Yo llegué loca al Sistema Penitenciario La Esperanza”.

“Yo no sabía ni qué día, era yo no sabía, a mí me hacían preguntas y no sabía nada, yo me reía sola, yo miraba cosas caminando en el suelo, yo miraba que se burlaban de mí y no había nadie, así a mí me estaban metiendo medicamentos para volverme loca y sí lo sentía y lo sabía lo que ellos hacían, pero qué me quedaba, por ver a mi madre y que me dejaran pasar mis cosas yo me tenía que tomar el medicamento, ese medicamento me lo daban en la mañana y en la tarde”, la menta.

Indulto a reas comunes que hacían daño a políticas 

Julia Hernández recuerda que estando en La Esperanza ella dijo que le daban esos medicamentos y no se los volvieron a suministrar. También cuenta que  estuvo con presas comunes con las que llegó a tener pleitos, pues las trataban mal.

“A nosotros nos pusieron revueltas, imagínese que en el primer pabellón que yo estuve en el uno revuelta con todas las internas y no te voy a decir que era monedita de oro, porque a todas les caemos mal. Hay muchas internas que creen que haciéndonos daños le van a dar su libertad y peleaban. En varias ocasiones me agarré con internas, porque ya era demasiado la cosa y qué hacían después, al siguiente indulto se estaban yendo las que nos hacían daño a nosotras, no importaba el tipo de delito de ellas”, asegura.

Además, recordó cómo el día de su liberación, que en realidad fue un destierro, la oficial que llegó a sacarla le puso un foco en los ojos y le dijo que saliera. No la dejó despedirse de nadie y estando afuera vio a las demás presas políticas, “de ahí nos montaron en un bus a dar vuelta por donde estaban los varones, recogieron más gente y de ahí nos trajeron al aeropuerto. Yo pensaba que nos iban a llevar a nuestras casas pero no, además yo no conozco Managua pero vi que era el aeropuerto y me arrodillé y pedí piedad, pero tenían que sacarnos, eso fue horrible”.

Espera la mano de Dios para liberar a Nicaragua

El destierro ella lo considera horrible, pero asegura que Daniel Ortega está equivocado: “él dice que nos quitó y nos desterró, dice que somos nicaragüenses, aunque él diga que no somos nicaragüense somos nicaragüenses, él está equivocado”

“Yo estoy esperando la mano de Dios sobre Nicaragua y pronto vendrá la victoria, sabés por qué, porque para Dios no hay nada imposible y él (Daniel) puede hacer muchas cosas, pero para el todopoderoso hay una gran obra”, señaló.

Asimismo, apunta: “yo sé que muy pronto todos los que estamos aquí y los presos políticos que hoy están van a salir muy pronto, porque Dios vive, el Dios de Israel. Somos nicaragüenses que estamos defendiendo nuestra patria, eso es lo que hacemos nosotros, no estamos pidiendo nada, solamente que se vaya él y deje en paz a la tierra nicaragüense que demasiado sufrido”.

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