Samantha Jirón llama a la transición pacífica para no repetir a futuro los errores violentos que caracterizan a Nicaragua
A cinco años de crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de Daniel Ortega Daniel Ortega y Rosario Murillo en NicaraguaNicaragua, el Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos eligió cuatro historias de los 222 presos políticos para representar en un panel de Washington-Estados Unidos las perspectivas y desafíos de las víctimas directas, además de resaltar los ataques hacia la libertad de prensa y la relatoría de la libertad de expresión desde abril del 2018 a la fecha.
Entre estos cuatro panelistas excarcelados, desnacionalizados y expulsados a Estados Unidos se encuentra el excandidato presidencial Juan Sebastián Chamorro, la activista de derechos humanos Violeta Granera, la líder estudiantil y feminista Samantha Jirón y la líder campesina Karla Escobar, quienes comparten sus crudas realidades y exponen sus testimonios con cicatrices emocionales.
“En Nicaragua no hay igualdad ante la ley, no hay debido proceso en lo absoluto. Los tribunales son una farsa y hemos sido declarados culpables antes del juicio bajo unas leyes específicamente aprobadas para estos casos”, denunció Juan Sebastián Chamorro que todos estos actos forman parte de los crímenes de lesa humanidad.
“Ortega obligó a mi familia al exilio al igual que miles de familias aquí presentes, se han confiscado patrimonios por el simple hecho de disentir … En la Nicaragua de hoy vas preso por emitir una opinión”, señaló Chamorro.
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A los 71 años, Violeta Granera rompió en llanto al hablar en público que lo más triste del encarcelamiento fue la creciente angustia de no saber cómo estaban sus seres queridos desde junio de 2021 que fue detenida en Nicaragua hasta excarcelación y expulsión del país en febrero de este año. “Fui la primera mujer secuestrada… Las torturas fueron diseñadas para afectar nuestras mentes y nuestro corazón, fueron muy duras, sobre todo por el aislamiento con nuestras familias”, lamentó.
Por su parte, la defensora de derechos humanos Karla Escobar compartió que la defensa al Movimiento Campesino por oponerse a la construcción del Canal Interoceánico mediante que se anunció desde 2012 la llevó a la cárcel por dos ocasiones y ella al igual que sus compañeros fueron reprimidos, encarcelados, secuestrados, exiliados y hasta el día de hoy se mantienen despatriados.
En tanto, la líder estudiantil y feminista Samantha Jirón, la más joven de las mujeres excarceladas finalizó su participación destacando que la historia de Nicaragua de los últimos cien años demuestra que tiene una agenda pendiente en temas de derechos humanos, tampoco ha tenido una comisión de investigación en temas políticos, por ello considera que la única solución es que se de en el país una transición pacífica en la que no se repitan los actos de violencia que generan más violencia.
“Debe haber una verdadera reconciliación entre nicaragüenses para darse cuenta que los que hoy están en Nicaragua y no piensan como nosotros no tienen por qué salir huyendo y exiliarse para que en treinta años o veinte años busquen venganza en contra de este proceso. Yo siempre he dicho que la historia de Nicaragua es como una bicicleta estacionaria se repite y se repite”, dice.
Samantha Jirón considera que la diferencia podría haberse originado hace cinco años, “anteriormente se ha llegado al poder con violencia y se quiere sacar con violencia y esta es la diferencia de abril de 2018 llegar con una transición pacífica que permita tener democracia y paz en Nicaragua en donde la justicia y reparación a las víctimas directa e indirecta sea una realidad”, concluye.