Félix Maradiaga propone crear "grupo colegiado" de opositores nicaragüenses y demanda más sanciones
El excarcelado político, Félix Maradiaga propuso la creación de un grupo de oposición colegiado capaz de ser una verdadera alternativa al poder, el cual pueda reconocer la comunidad internacional. También pidió sanciones económicas y políticas para el régimen de Daniel Ortega.
Durante una “Serie de exposiciones de líderes latinoamericanos” impulsada por la ex congresista Ileana Ros-Lethinen, Maradiaga habló sobre diversos temas, entre ellos, pidió a la comunidad internacional apoyar a los grupos de oposición dentro de Nicaragua y en el exilio.
Según el activista político, la oposición desempeña un papel crucial en movilizar y galvanizar un movimiento por el cambio, por lo que considera que deben estructurarse como una oposición razonable, con toda la capacidad para ser una verdadera alternativa al poder.
“Implica tener una portavocía o un grupo colegiado bien definido que la comunidad internacional pueda reconocer como un punto de contacto. La oposición también debe tener una visión de un país que ofrezca esperanza al mayor número posible de personas”.
Agrega “Debemos mostrarles que la democracia y la libertad no son una de las opciones, sino la única opción compatible con la dignidad humana.
También la excarcelada política, Irlanda Jerez, propone un “liderazgo colegiado” entre los opositores en el exilio, quienes podrían ser electos por los mismos nicaragüenses.
“Hemos continuado hablando para presentar una propuesta para poder elegir democráticamente a la representación de la oposición nicaragüense en el exilio, en este momento es fundamental que lo hagamos en esta etapa y que esta oposición realmente sea electa democráticamente por los nicaragüenses”, sugirió Irlanda Jerez durante su participación en el programa 100% ENTREVISTAS transmitido por 100% NOTICIAS.
Sanciones y congelar activos
También propuso un esfuerzo colectivo para desmantelar las dictaduras y fomentar la democracia, por eso, pidió a la comunidad internacional tomar acciones decisivas y efectivas.
“El primer y más importante objetivo es hacer que la comunidad internacional entienda que estos regímenes, al no ser democracias, no pueden ser tratados como tales”señala.
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Por ello, propone la imposición de sanciones integrales, que represente una presión significativa sobre el régimen “Medidas como congelar los activos de los líderes del régimen e imponer restricciones de viaje a los funcionarios gubernamentales crean obstáculos que dificultan su capacidad para mantener un firme control sobre el poder”.
Son dictaduras no pueden ser tratados como democracias
“Las dictaduras no pueden ser tratadas con las mismas reglas diseñadas para la democracia”, insistió Félix Maradiaga, ex preso político y presidente de la Fundación para la Libertad de Nicaragua.
En la intervención, Maradiaga expuso a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo que a través de la violencia, la intimidación y la propaganda busca mantener el control del poder, dejando a los ciudadanos impotentes y vulnerables.
“Sé por experiencia personal dolorosa que este tipo de regímenes está dispuesto a asesinar, torturar, violar, mentir, engañar y sobrepasar cualquier límite moral imaginable para mantener su poder”, expresó.
Lamentó que el sistema internacional trate a estos regímenes con vacilación porque las dictaduras no son una cuestión de mera clasificación política o de mediciones en niveles de calidad institucional.
El activista enfatizó que si quieren salvar vidas y devolver la Esperanza, la Libertad y la dignidad a los pueblos oprimidos, se requiere una nueva forma de enfrentar las dictaduras.
“Esta debe ser una Guerra sin armas, donde se usen todas las herramientas de la diplomacia con todo su poder. De lo contrario, se afianzarán en el poder, burlándose del sacrificio y de la sangre de quienes lo han entregado todo”.
Aclaró que los primeros responsables de salir de las dictaduras son los propios ciudadanos, pero considera que para devolver la libertad y la dignidad humana de los oprimidos, “se requiere una nueva forma de enfrentar las dictaduras, una forma contundente, sin vacilaciones, expedita y cívica”.
En términos políticos, es o dictadura o libertad. “La timidez ante estos tiranos es la peor de todas las opciones. En abril de 2018, los nicaragüenses mostraron que estábamos dispuestos a darlo todo por nuestra libertad”, continuó.
Asimismo, Félix Maradiaga reiteró que todavía existen presos políticos en Nicaragua, entre ellos, el obispo Rolando Álvarez.
Por tanto, reiteró que el apoyo internacional es crucial para apoyar el establecimiento de gobiernos democráticos que protejan los derechos de sus ciudadanos.
“Una comunidad internacional que a veces ha sido lenta y tímida, aunque también debemos reconocer algunos logros. Sin embargo, se puede hacer mucho más para aislar y deslegitimar a un régimen que debería haber sido derrocado hace mucho tiempo en sustitución de un gobierno que establezca libertades y procure justicia”.
También señaló el acercamiento que existe entre el régimen de Daniel Ortega con China, Irán y Rusia.
Alertó que el mundo vive uno de los períodos más preocupantes en la historia de la democracia liberal, ya que está siendo desafiada por diversas formas de autocracia.
“Como he afirmado antes y en numerosas ocasiones durante los últimos quince años: Ortega es un remanente de la Guerra Fría. Ortega es nuestro asunto pendiente. ¿Por qué es esto? ¿Por qué la comunidad internacional tarda tanto en actuar? Las dictaduras modernas, o "dictaduras 2.0", a menudo asumen la apariencia de partidos supuestamente elegidos por el pueblo, mientras sirven como aparatos político-militares que limitan las libertades manipulando los tribunales, parlamentos e incluso leyes diseñadas para abordar problemas sociales genuinos”.
También advirtió que los dictadores son conscientes de que el sistema internacional carece de respuestas rápidas frente a regímenes totalitarios.
“A medida que estas autocracias se vuelven más sofisticadas, también recurren a las tácticas antiguas utilizadas por las tiranías del pasado”.
Por lo tanto, pidió tratar a Daniel Ortega y su régimen como una dictadura, lo que implica que no deben ser reconocidos como legítimos, ya que no son el resultado de elecciones libres.
“Aunque el camino hacia la democracia a menudo resulta arduo y desafiante, nuestro compromiso de defender los derechos humanos y proteger a los ciudadanos de la opresión y la violencia sigue estando firme”.