Dictadura de Nicaragua es una mancha para Centroamérica, dice expresidente de Costa Rica
El expresidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, participó este martes en un acto en honor a las víctimas de la represión en Nicaragua, pues se conmemora el V aniversario de la masacre en la marcha de las madres y aprovechó para manifestar su preocupación por la pasividad de Centroamérica frente a la dictadura de Daniel Ortega.
"La dictadura en Nicaragua es una mancha que afecta a toda la región y más allá, porque se marca en un proceso de deterioro de las instituciones democráticas que, aunque no se realice dentro de las fronteras de esos países, de algunos de ellos, por el simple hecho de que afecte a tantos miles de personas en otro, constituye un problema que nos concierne, no es propio", subrayó.
"Me parece que ha faltado claridad en los gobiernos de Centroamérica, incluido el gobierno de Costa Rica, que ahora resulta que habla de normalización de relaciones con una dictadura atroz", dijo con voz crítica a la Voz de América.
Asimismo, el exmandatario costarricense considera que por el alto índice de exiliados que viven en su país, por la represión en Nicaragua tras las protestas de 2018, se debe llevar a los responsables a la justicia internacional".
Por otro lado, Solís no dejó por fuera el tema del oxígeno que le ha brindado a la dictadura el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) , lo cual catalogó como "deplorable el apaciguamiento al regímenes como el régimen Ortega-Murillo".
Fuerte contra Bukele
Solís dijo a la VOA que Nayib Bukele, presidente de El Salvador, "es un pésimo ejemplo, pero mucha gente lo ve como el mejor ejemplo, y se está convirtiendo en lo que algunos llaman ilusamente la doctrina Bukele".
Además, considera que El Salvador ha entrado en una dinámica que lo acerca mucho a un régimen dictatorial y hay que ponerle mucha atención.
En El Salvador se ha vivido un deterioro progresivo contra la libertad de prensa y los derechos humanos, por lo que Solís insiste en que el mandatario salvadoreño está dirigiéndose hacia entronizar como dictador.