Ana Margarita Vijil: “Estamos ante la desintegración de una etapa conclusiva del régimen de Ortega”

Para la excarcelada política Ana Margarita Vijil, el sisma que sacude al Poder Judicial en Nicaragua y que se vive en otras instituciones del estado, con una policía tomándose oficinas, despidiendo magistrados y encarcelando a funcionarios, evidencia un período de “desintegración de una etapa conclusiva del régimen de Daniel Ortega”.

Por lo tanto, considera que es la oportunidad para que la oposición siga denunciando que todo lo actuado por Ortega en los últimos años es ilegal e inconstitucional, y hace un llamado a los empleados públicos a usar sus voces para denunciar a la dictadura en Nicaragua.

Lucía Pineda: ¿A qué obedecen estos movimientos en sus propias bases del régimen?.

AMV: Estos constantes cambios obedecen a que en la práctica el régimen sabe que no tiene todo el poder. Lo que vemos en las últimas semanas es a una policía haciendo un traslado de control de calles a controlar instituciones, a policías en retiro despidiendo a magistrados y policías controlando los teléfonos celulares y quien entra y sale de la Corte Suprema de Justicia, y además interrogando a funcionarios, y quizás el caso más notorio sea el de la Corte, pero se sabe que en otras instituciones ocurre lo mismo.

De hecho, en la misma Policía de Ortega hace algunos meses hubo una purga importante, y todavía no sabemos qué se hicieron algunos comisionados generales que desaparecieron del mapa.

¿Por qué este sisma afecta a las propias bases del régimen?.

Ellos sienten en esta paranoia del poder, que no tienen control y que necesitan controlarlo.
En segundo lugar, eso ocasiona una dispersión de su propia base, de sus propios allegados y un temor generalizado en los funcionarios públicos que ya se venía viendo desde hace algunos años.

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Nosotros estábamos todavía presos cuando nos comentaban que había buses que salían de las gasolineras con gente que se iba de Nicaragua, y que muchos de esos eran funcionarios públicos que luego se miraba en el Poder Judicial o en algún ministerio, que había algunos asientos vacíos de compañeros que se habían ido.

Después de esta captura policial a la Corte, esta dispersión se vuelve exponencial y cabe la pregunta: ¿A quién responden estas órdenes? ¿Responden a Daniel Ortega? ¿O también Ortega ya está fuera de la ecuación?. ¿Ante qué estamos entonces?.

Lo que estamos viendo es un traslado de fichas de poder, de personas o personajes que pudieron haber estado más vinculados o allegados a Daniel Ortega.

No quiero dejar de resaltar que todo esto es ilegal e inconstitucional. Ellos han recurrido a la técnica este año de reformar la Constitución en una legislatura, para hacer cambios tan importantes como trasladar el registro de la propiedad a la procuraduría, es decir trasladar una oficina de otro poder del estado al control del poder ejecutivo.

Es una necesidad de control, que entonces uno piensa, si ya tenían el control de todo ¿Por qué tienen que hacerlo? Entonces la respuesta está vinculada a que realmente ellos creen que no tienen todo el control, y talvez no tienen todo el control en efecto y lo que estamos viendo es una etapa de desintegración de un periodo conclusivo del régimen de Daniel Ortega.

¿Cuánto tiempo va a durar esa etapa?.

No sabemos cuánto va a durar esta etapa, pero todo hace indicar que es una etapa conclusiva de un cambio que tarde o temprano significa salir de la dictadura, lo que te demuestra que Nicaragua es invivible incluso para sus propias bases, que nadie tiene certeza, que vos podés ser la allegada principal del dictador y eso no te garantiza nada, al día siguiente te pueden volar la cabeza.

¿Qué pasará de aquí, al fin de la dictadura?.

Todavía no sabemos cómo esto se va a desarrollar, ¿Qué pasa con Daniel Ortega? ¿Están preparando una transición para alguien distinto?, ¿Qué tan estable puede ser eso? Definitivamente no puede ser estable. Nadie tiene la bolita de cristal en la mano, pero las evidencias y muestras que nos están dando es la claridad de un régimen que está cada vez más colapsando.

¿Cuál es el mensaje que el régimen envía a sus seguidores?.

El del orteguismo es: Todo el mundo es prescindible, a cualquiera le podemos cortar la cabeza, simplemente que ellos imaginen que tal vez en algún momento alguien puede voltearse, es suficiente para que les corten la cabeza.

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Entonces lo único que les queda a las bases del sandinismo y a los funcionarios públicos es que nos unamos todos para salir de esta dictadura, que no le está dando país a nadie, que no está garantizando futuro para nadie en ese país.

¿Qué opciones tienen los empleados públicos ante este proceso de desintegración del régimen?.

Es sumamente dramática la situación. La opción que ha visto la mayor parte, según datos de Diálogo Centroamericano, es que más del 10% de la población nicaragüense ve en los últimos años la opción de salir del país, eso es una tragedia como país, y lo único que nos demuestra es que no hay futuro con Daniel Ortega y que lo único que nos queda a todos, independientemente de que lugar en la esfera ideológica o política te encontrés, es luchar para salir de este régimen.

¿Qué le depara al Ejército?.

Ya hay algunas señales que demuestran que tampoco el ejército es suficientemente confiable para el régimen, porque esa es la paranoia del poder en su etapa final, y es que nadie es suficientemente confiable, el ejército no está exento de esto.

Lo que te demuestra este cambio y recambio es que nadie está exento de ser descabezado, y ese es un patrón muy característico de las dictaduras en sus últimas etapas, la paranoia del poder.

¿Cómo debe actuar la oposición?.

Hay dos elementos importantes, el primero es no dejar de poner el dedo sobre la llaga, de que esto es inconstitucional, es ilegal, es un golpe de estado como muchos han dicho, es un golpe dentro de otro golpe de estado a la institucionalidad nicaragüense, hay que seguir denunciando eso.

El segundo elemento es un llamado a las distintas personas en Nicaragua, a los funcionarios públicos, a personas militantes del Frente sandinista, un llamado a la unidad, porque juntos y juntas podemos salir de Daniel Ortega y recuperar un país en el que podamos vivir.

Ellos ya no pueden vivir en ese país, y lo podemos hacer juntos, creo que es fundamental que estas bases del sandinismo y funcionarios públicos en general sepan que tienen un espacio entre las voces de denuncia, en la nueva Nicaragua y que los necesitamos y que este es un momento de unidad nacional contra el régimen.