Max Jerez: “Hijos de Ortega carecen de conexión con la gente, la sucesión dinástica es a la fuerza”
“Cuando ves a Laureano en un acto en circuito cerrado, sin ninguna conexión con la población, entendés que no hay una razón más para esta transición que el hecho de ser el hijo del dictador”, afirma el líder juvenil Max Jerez
El joven Max Jerez, desterrado y desnacionalizado por la dictadura sandinista, considera que el régimen ya empezó a ensayar lo que será la sucesión dinástica para cuando falte la figura de Daniel Ortega, lo cual considera “es un reto muy difícil para una familia acostumbrada a los lujos y a vivir como la burguesía a la que ellos tanto critican”.
Esta semana Laureano Ortega, el tercer hijo del dictador Daniel Ortega y Rosario Murillo, quien ostenta el cargo de asesor presidencial para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional de la Presidencia de la República, apareció presidiendo un acto de entrega de 250 buses de fabricación china a 26 cooperativas del transporte público de Managua, donde lo más notorio fue la ausencia de su padre y su madre.
“Hay una desconexión total entre el estilo de vida de Laureano Ortega y las características que ha tratado de mantener Daniel Ortega en todas sus apariciones públicas. Los hijos de Ortega son de una realidad muy distinta, tiene un estilo de vida mucho más ostentoso, más desconectado de la realidad de los nicaragüenses, viven en un mundo similar al de la burguesía que ellos tanto critican”, valora Max Jerez.
Jerez, líder de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), explica que los hijos de Daniel Ortega y Rosario Murillo carecen de una verdadera conexión con la gente, “por eso esta transición la están haciendo por la fuerza”, indicó en el programa 100% SUPERCHAT de 100% NOTICIAS.
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“No hay otra explicación posible, no hay ningún tipo de legitimidad, ni siquiera a lo interno de sus estructuras, la familia ya decidió quienes siguen en la línea, y quienes se opongan estarán fuera del sistema y se convierten en víctimas de la represión policial”, afirma Jerez.
“El FSLN como partido ya no existe”
Jerez agrega: “Por eso cuando ves a Laureano en un acto en circuito cerrado, donde no tiene ninguna conexión con la población, entendés que no hay una razón más para esta sucesión que el hecho de ser el hijo del dictador y ser el elegido para suceder a su padre, es decir no hay otra razón”.
El joven excarcelado político de la dictadura razona que una sucesión dinástica de este tipo no es parte de un proyecto del partido sandinista como institución partidaria, sino que Ortega y su familia se han asegurado de demoler cualquier tipo de institucionalidad, incluso entre sus filas, por lo tanto, las estructuras partidarias han desaparecido totalmente.
“El FSLN como partido ya no existe, no tiene estructuras de decisión, ya no tienen asambleas, ya es irrelevante para ellos, porque convirtieron el partido y el estado en un asunto familiar y todo gira en torno a eso. Lo que importa ahora es la familia y sus allegados y que tan leales sean los demás a ese modelo dinástico y económico que han montado”, reflexiona Jerez.
Además, asegura que “lo que queda ahora es un proyecto familiar dinástico, en el que solamente sus allegados, su familia, sus colaboradores cercanos son beneficiados, y además su principal respaldo es la guardia pretoriana y el ejército sandinista. Ellos tienen que asegurarse que a la hora que se concrete una sucesión del poder, sea a favor de Murillo o su hijo Laureano, de contar con la mayor fidelidad y lealtad posible”.
“Entonces lo que vemos en el poder judicial es una cacería, una revuelta interna, donde han identificado a esta gente que ha sido parte del sistema pero que ellos consideran que no son suficientemente leales, para que al momento que falte Daniel Ortega, solo queden los que seguirán siendo parte de este modelo”, razona Jerez.
Familia dictatorial sigue el modelo cubano
El líder de la oposición juvenil estima que una de las escuelas de la cual aprendió la familia Ortega Murillo es del modelo cubano, donde un día Fidel Castro se hizo a un lado, al menos ante los medios oficialistas, y delegó a su hermano Raúl para seguir gobernando y apareciendo en actos públicos, mientras él todavía estaba vivo.
“Creo que vamos a seguir viendo a Laureano Ortega y a Rosario Murillo, mientras Ortega esté vivo, para que la transición sea sencilla, lo menos traumática posible y haya menos revuelo entre sus simpatizantes… y la única razón por la que esto está pasando es porque tienen el control de la fuerza de la policía y del ejército”, sostiene Jerez.
El joven desde el exilio analiza que es normal que, en cualquier modelo haya gente que aspire a tener posiciones de poder, y que cualquier sandinista con aspiraciones políticas podría cuestionar ¿Por qué el hijo de Ortega y no un militante histórico en una sucesión de poder? ¿Por qué Laureano y no otra persona que ha sudado la camisa del sandinismo?.
“Todo lo que Ortega reparte, las migajas que da a sus aliados para mantenerlos, lo que hace con el ejercito de comprometerlo públicamente, de pedirle mayor grado de lealtad a cambio de aumentos presupuestarios, concederles propiedades confiscadas y darles beneficios económicos, eso es lo que realmente está en juego en este momento en Nicaragua”, advierte el joven Max Jerez.
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