Opositores: Permanencia de Nicaragua en SICA es incompatible, OEA quedó en deuda con nicaragüenses
La salida de Nicaragua de la Organización de Estados Americanos (OEA) es incompatible con su permanencia dentro del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), aseguró Félix Maradiaga, tras conocerse de la insistencia del régimen sandinista de nominar al Valdrack Jaentschke, antiguo ministro asesor para políticas y asuntos internacionales, para el cargo de secretario general de este organismo centroamericano.
“Es incompatible porque sucede que, en apego al protocolo de Tegucigalpa de 1991, que es uno de los documentos constitutivos del SICASICA, para pertenecer a dicha instancia los miembros deben respetar los principios y normas de las cartas de la OEA, así lo dice el protocolo en su artículo 4”, explica Maradiaga.
El excarcelado político y desterrado por la dictadura de Daniel OrtegaDaniel Ortega agrega que “el protocolo de Tegucigalpa no considera excepciones a dicho artículo que es de ineludible cumplimiento. Al salirse de la OEA, el régimen ha puesto en serias dudas la pertenencia legítima de NicaraguaNicaragua en el SICA”.
"Hemos señalado que mientras exista esa ambigüedad jurídica, el régimen no debería ni podría ocupar ningún cargo de relevancia dentro del SICA”, argumentó Maradiaga.
Comentó, además: “Sabemos que este es un punto espinoso y que probablemente será ignorado por los miembros del SICA, pero que permanecerá pendiente como una de las muchas afectaciones que la dictadura de los Ortega Murillo ha provocado al estado de Nicaragua al retirarse de la OEA”.
Régimen obtiene recursos del SICA
Por su parte la opositora nicaragüense Haydee Castillo señala que “el SICA tiene ya varios años de estar en crisis, es un todo aparataje cuyo mantenimiento le cuesta a nuestros países de Centroamérica, el cual no es un sistema, ni es de integración, ni es de Centroamérica, pues no tiene una funcionalidad efectiva donde prevalezca la integración de los pueblos de Centroamérica”.
Explica que del SICA el régimen no pretende salirse, tal como lo hizo de la OEA, porque hay una cantidad de proyectos y programas con financiamiento regional que terminan repartiéndose entre todos los países.
“Y el régimen no quiere perder esa oportunidad económica, por ahí llueven esos recursos, sin que nadie le pida una rendición de cuentas efectiva ni se puede realizar una auditoría social porque toda la sociedad civil ha sido desarticulada por el régimen”, manifiesta Castillo.
OEA queda en deuda con Nicaragua
Castillo considera que “la OEA queda con una gran deuda con Nicaragua porque en los momentos que corría la sangre, cuando el régimen estaba asesinando a los nicaragüenses el aquel 2018 y 2019, incluidos los asesinatos selectivos en el campo, en el note y la costa Caribe, estos presidentes y gobiernos de América no fueron capaces de dictar la ilegitimidad del régimen”.
Recuerda que “jamás hubo capacidad en esta instancia de lograr los 24 votos que se necesitaban para poder declarar ilegitimo al régimen sandinista, tal como el pueblo lo declaró en las elecciones del 2019”.
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“Yo demandaría a la Organización de Naciones Unidas (ONU), porque ya la situación de Nicaragua tiene que trascender a una discusión política en su asamblea general del consejo de seguridad”, plantea Castillo.
También reflexiona que “esta situación plantea un desafío a la oposición, pues está clarísimo que llevamos ya 5 años, la situación de Nicaragua es cada día más compleja y aguda, sobre todo el deterioro de la calidad de vida de los nicaragüenses, los que están dentro y los que estamos en el exilio, en el sentido de buscar mayor articulación y consenso en torno a un proyecto nacional y no a uno personal, e intereses individuales sectoriales, porque en este momento necesitamos buscar los intereses supremos de la nación”.