"Nicaragua urge apoyo internacional para proteger la libertad religiosa", dice oposición
La oposición nicaragüense en el exilio urgió este viernes del apoyo internacional para proteger la libertad religiosa en Nicaragua, donde actualmente se encuentran encarcelados dos obispos, seis sacerdotes y dos seminaristas, en medio de tensiones entre el Gobierno del presidente Daniel Ortega y la Iglesia católica.
En los últimos dos días, cuatro sacerdotes y un obispo han sido secuestrados por la dictadura Ortega Murillo, elevando el total a 11 líderes religiosos encarcelados", señaló la oposición en el exilio aglutinada en una iniciativa denominada Monteverde.
En una declaración, ese grupo opositor indicó que "este ataque no solo viola los derechos humanos fundamentales de los religiosos, sino que también desafía la esencia misma de la libertad religiosa que es crucial para la cohesión y estabilidad de la sociedad".
"Condenamos enérgicamente estos actos represivos y hacemos un llamado a la solidaridad internacional", aseguró ese movimiento, que exigió la "liberación inmediata" de los sacerdotes, los seminaristas y los obispos, "así como el cese de cualquier forma de persecución contra la Iglesia".
Asimismo, Monteverde instó "a los líderes globales a unirse en la denuncia de estos crímenes y a ejercer presión diplomática para poner fin a esta escalada de violencia".
"La comunidad internacional debe dirigir su atención con urgencia hacia la creciente amenaza a la libertad religiosa en Nicaragua", subrayó.
Esa iniciativa también abogó para que la sociedad civil, las organizaciones de derechos humanos, los partidos políticos y la ciudadanía eleve sus voces "contra esta injusticia" y se unan "por la defensa de la libertad religiosa y la justicia para todas y todos".
Según la abogada e investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina, autora del estudio titulado 'Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?', actualmente las autoridades mantienen detenidos a dos obispos, seis sacerdotes y dos seminaristas.
Ni el Gobierno de Nicaragua ni la Policía Nacional ha confirmado o negado la presunta detención de los religiosos, excepto la del obispo Rolando Álvarez, quien el 10 de febrero pasado fue condenado a 26 años y 4 meses de prisión, despojado de su nacionalidad, y suspendidos sus derechos ciudadanos de por vida por delitos considerados traición a la patria.
Esa condena fue dictada un día después de que Álvarez rechazó subirse a un avión que lo iba a llevar, junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses, hacia Estados Unidos, lo que provocó la indignación del presidente Ortega, quien en cadena nacional lo calificó de "soberbio", "desquiciado" y "energúmeno".
Las relaciones del Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
El Gobierno de Nicaragua excarceló en octubre pasado a 12 sacerdotes y los envió al Vaticano, aunque entre esos religiosos no se encontraba el obispo Álvarez.
Nicaragua atraviesa una crisis desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.