Régimen de Nicaragua condena atentados en Rusia y expresa solidaridad
El régimen de Nicaragua expresó este lunes en Managua su condena y rechazo a los atentados terroristas perpetrados en dos iglesias ortodoxas y dos sinagogas en la república musulmana de Daguestán, en el Cáucaso norte ruso, que dejaron una veintena de muertos el pasado domingo.
Además, el Gobierno nicaragüense expresó sus condolencias y solidaridad con el presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, y su pueblo.
"Con el cariño y el respeto del pueblo y las familias de nuestra Nicaragua bendita y siempre libre, así como en nombre de nuestro Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, expresamos a usted nuestro profundo rechazo y condena a los criminales ataques terroristas perpetrados este fin de semana en distintos puntos de la Federación de Rusia", escribió el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, en una carta.
"Al repudiar enfáticamente estos hechos que representan más violencia y dolor para tantas familias, también expresamos nuestras condolencias y solidaridad con usted, su pueblo y todos aquellos hermanos que siguen siendo afectados por la demencia fascista", agregó.
En la misiva, que Ortega suscribió junto con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, el mandatario dijo a Putín estar seguro "de que su pueblo y Gobierno están librando certeras batallas, y construyendo victorias, contra las amenazas más graves que se ciernen contra el mundo y la comunidad humana".
En el ataque murieron un sacerdote, el guardia de seguridad de una de las iglesias, dos civiles y, al menos, quince policías que intentaban apresar a los atacantes, cinco de los cuales han sido abatidos, según el Comité de Instrucción de Rusia (CIR).
Los ataques se produjeron pocos minutos antes de las seis de la tarde hora local en la histórica localidad daguestaní de Derbent, considerada la ciudad más antigua de Rusia y que se encuentra a orillas del mar Caspio.
Primero, los asaltantes atacaron la Iglesia de la Intercesión, donde murió un sacerdote de 66 años, y después la sinagoga de Kele-Numaz, que fue consumida por el fuego, tras lo que se enzarzaron en tiroteos con la policía.
Al mismo tiempo, los terroristas atacaron la Catedral de la Ascensión en Majachkalá, capital de Daguestán, donde se atrincheraron unas veinte personas, que bloquearon las puertas; y una sinagoga que se encontraba en las inmediaciones.
Además, también atacaron varios puestos policiales, tanto en esas dos ciudades como en la localidad de Sergokal. Las autoridades sanitarias estiman en casi medio centenar los heridos, en su mayoría policías, siete de ellos graves.
Por el momento, nadie ha reivindicado el ataque, aunque los primeros comentarios en la prensa rusa apuntan a la implicación de grupos yihadistas con vínculos en el extranjero.