Pastores hondureños denuncian persecución religiosa similar a la de Nicaragua
Varios pastores evangélicos en Honduras denuncian un aumento de las acciones represivas y de persecución hacia la iglesia en el país por parte del gobierno de Xiomara Castro. Comparan estas tácticas con las empleadas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.
Según las denuncias, desde la publicación del acuerdo 58-2024 en el periódico oficial La Gaceta, que deroga todos los convenios migratorios con las iglesias de Honduras, se busca silenciar y obstaculizar la labor pastoral. Esta derogación elimina la facilidad de llegada de pastores, sacerdotes y agencias de ayuda social al país.
El presidente de la Asociación de Pastores de San Pedro Sula, Mario Corea, y el pastor Roy Santos compararon las medidas represivas de la presidenta Xiomara Castro con la persecución que ocurre en Nicaragua.
En el programa “Hoy Mismo” de TSi, Mario Corea expresó: “No entendemos qué le pasa al gobierno, pero están obstaculizando la facilitación migratoria, lo cual afecta directamente a los misioneros extranjeros y brigadas que vienen a servir a Honduras”.
Añadió que "el gobierno está tratando de emitir leyes que afectarán a la iglesia. Debería trabajar junto a las iglesias para el desarrollo del país. Como cristianos, oramos por Honduras y por el gobierno”, dijo.
“No queremos que ocurra lo mismo que en Nicaragua, donde comenzaron con pasos de persecución a la iglesia. Honduras es diferente; la iglesia unida puede hacer cambios”, añadió.
El religioso aclaró que están de acuerdo con un control gubernamental, siempre que todas las iglesias trabajen de manera legal, pero rechazan la persecución.
Roy Santos, por su parte, señaló que el gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha dado un sutil golpe a las iglesias en Honduras, lo que ha dejado descontento al sector de líderes religiosos y cristianos que la apoyaron.
“Se sigue cumpliendo la palabra profética que Dios me entregó, cuando me dijo que Honduras caería en manos malignas. Buscan silenciar al liderazgo religioso al estilo del gobierno de Nicaragua”, escribió en X.
Las relaciones del régimen de Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, caracterizadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, la suspensión de sus relaciones diplomáticas y la cancelación de numerosas ONG de orden religiosa.