Opositores: “No podemos permitir que haya otro 19 de julio, el sandinismo y somocismo deben ser capítulos cerrados"

A 45 años de la revolución sandinista, los opositores aglutinados en Monteverde insisten que Nicaragua vive el más brutal autoritarismo bajo la dictadura de los Ortega-Murillo
Equipo de Periodistas
Julio 18, 2024 10:58 AM
Fanaticos sandinistas en víspera del 19 de julio, • Foto: Consejo de Comunicación y Ciudadanía

Los opositores, agrupados en la Concertación Democrática Nicaragüense (Monteverde), se pronunciaron sobre el 45 aniversario de la revolución sandinista y sugirieron "no permitir otro 19 de julio".

Según los opositores, el 19 de julio no refleja los ideales originales de libertad, justicia social y paz que la mayoría de los nicaragüenses anhelaban.

En su comunicado, Monteverde señala que desde que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) asumió el poder, implantó una agenda de corte marxista-leninista, completamente opuesta a la oferta democrática que prometió inicialmente.

Además, el FSLN mantuvo a los nicaragüenses sometidos a la voluntad del Estado-partido, anuló las libertades cívicas y económicas, y se alineó completamente con el totalitarismo de Cuba y la Unión Soviética. También declaró a Estados Unidos como “enemigo de la humanidad” y se esforzó por extender la revolución al resto de Centroamérica.

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Monteverde cuestiona que el país se haya sumido en una crisis económica sin precedentes, y la represión estatal haya anulado las libertades cívicas y económicas.

“(…) Destruyó el tejido empresarial y productivo del país produciendo una crisis económica sin precedentes que acabó con la clase media, envió al exilio a unos 200 mil nicaragüenses, y empujó a miles de campesinos a unirse a la Resistencia Nicaragüense, conocida como ‘la Contra’, que recibió armas de Estados Unidos, con el fin de contener el expansionismo soviético en la región. El país se sumergió entonces en otra guerra civil que acabó con la vida de miles de jóvenes reclutados para el Servicio Militar por la Seguridad del Estado”, se lee.

Desde 2007, cuando el FSLN retomó el poder, la familia Ortega-Murillo instauró un autoritarismo brutal. La preocupación por la persecución religiosa, la destrucción del tejido social y empresarial, y la alianza con regímenes totalitarios han marcado este período.

En este sentido, Monteverde aboga por un liderazgo comprometido con la libertad en todos los ámbitos y la defensa de los derechos humanos.

Monteverde aboga por un liderazgo comprometido con la libertad en todos los ámbitos y la defensa de los derechos humanos.

Considera fundamental que el liderazgo que asuma la reconstrucción de la Nicaragua post-Ortega esté genuinamente comprometido con los principios e ideales de la más amplia libertad en todos los órdenes: político, económico, religioso, ideológico y social, con la defensa innegociable de la dignidad de la vida y los derechos humanos.

El pronunciamiento de Monteverde concluye que "no se debe permitir otro 19 de julio" en Nicaragua y aboga por construir una República democrática, libre y próspera como la que siempre se ha soñado. 

En palabras textuales, “el somocismo y el sandinismo deben ser capítulos cerrados de nuestra historia”.

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