Consejo Episcopal Latinoamericano conmocionado por destierro de Nicaragua de obispo Herrera
El destierro forzoso, a Guatemala, del obispo Carlos Enrique Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua generó una ola de repudio a nivel internacional. Herrera, quien denunció públicamente un acto de sacrilegio cometido por el alcalde sandinista de Jinotegadenunció públicamente un acto de sacrilegio cometido por el alcalde sandinista de Jinotega, Leónidas Centeno, se suma a la creciente lista de religiosos perseguidos por Ortega.
La Conferencia Episcopal Latinoamericana, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más y el Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos, entre otras organizaciones, expresaron su profunda preocupación y solidaridad con el obispo y con el pueblo nicaragüense.
CELAM expresa su solidaridad con la Iglesia de Nicaragua
A través de una carta, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, CELAM, manifestó su solidaridad con la Iglesia católica nicaragüense por el destierro de Monseñor Carlos Enrique Herrera Gutiérrez.
“La noticia del destierro de Mons.Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, obispo de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal, nos conmociona profundamente. Nos solidarizamos con él y rezamos para que esta situación se solucione pronto y pueda regresar a su Patria”, se lee en la misiva, que también fue publicada en la cuenta de la Conferencia Episcopal Venezolana.
Asimismo, los líderes de CELAM expresaron su cercanía y sus oraciones por una pronta solución, encomendando a la Iglesia nicaragüense a la intercesión de la Purísima.
Repudio por el destierro del obispo de Jinotega
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más condenó enérgicamente el destierro del obispo Carlos Enrique Herrera, de 75 años. Este acto de represión no solo afecta a un líder religioso, sino que pone de manifiesto la intensificación de la persecución sistemática contra la Iglesia Católica en Nicaragua.
Añade que la dictadura de Ortega-Murillo ha redoblado sus ataques contra la Iglesia, implementando tácticas como la interrupción de misas, el cierre de páginas web de diócesis y la detención arbitraria de religiosos. El destierro de Monseñor Herrera se suma a la lista de obispos expulsados del país, como Rolando Álvarez e Isidoro Mora.
Para el Colectivo, esta persecución religiosa forma parte de un patrón más amplio de represión contra la sociedad civil nicaragüense. Las detenciones arbitrarias, la desaparición forzada temporal y el destierro se han convertido en herramientas recurrentes del régimen para silenciar a sus opositores. Entre 2018 y 2024, se han registrado más de 870 ataques contra la Iglesia Católica, incluyendo incendios, como los perpetrados por grupos paramilitares.
Ampliación de la persecución religiosa en Nicaragua
Por su parte, el comunicado del CALIDH condenó el destierro de Monseñor Herrera, considerándolo parte de una persecución más amplia contra la Iglesia Católica en Nicaragua, y denuncia la violación sistemática de los derechos humanos en el país.
“El objetivo del gobierno de Nicaragua con la continuidad de estos ataques es destruir la Iglesia institucionalmente, vaciándola de sus ministros para seguir incrementando el estado de terror sobre sus miembros y la feligresía. Las misas en los templos, o en su caso los cultos cuando los ataques son contra ministros evangélicos, se han convertido en los últimos espacios en los que las personas pueden reunirse sin pedir permiso al régimen, siendo una forma extremadamente limitada de congregación”, denunció el Centro.
Denunció sacrilegio
El obispo nicaragüense Carlos Herrera fue expulsado luego de que el pasado 10 de noviembre, durante la eucaristía, criticó el bullicio de una actividad de la Alcaldía de Jinotega, que le impedía dar y escuchar la ceremonia.
"Pidamos al Señor perdón por nuestras faltas y también por aquellos que no respetan el culto, verdad, pidiéndole porque este es un sacrilegio que está cometiendo el alcalde (Centeno) y todas las autoridades municipales, y vayan a decírselo porque saben la hora de la misa”, expresó el jerarca.