Régimen nombra a Jessica Padilla Leiva como embajadora de Nicaragua en Panamá

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo designó a Jessica Padilla Leiva como embajadora de Nicaragua en Panamá, en reemplazo de Consuelo Sandoval Mesa, según informó este lunes el Diario Oficial La Gaceta.

“Nómbrase a la compañera Jessica Yaoska Padilla Leiva, en el cargo de embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de la República de Nicaragua ante el gobierno de la República de Panamá”, señala el artículo del acuerdo presidencial 210-2024.

Padilla Leiva ocupaba el cargo de embajadora en la República Dominicana desde julio de este año. Sin embargo, otro acuerdo presidencial dejó sin efecto dicho nombramiento, abriendo paso a su designación en Panamá.

Reconocida por su lealtad a Rosario Murillo, vicepresidenta sancionada y esposa de Ortega, Padilla Leiva ocupó anteriormente posiciones destacadas, como ministra de la Mujer entre 2020 y 2024, además de ser activista de la Juventud Sandinista.

Cabe mencionar que en la Embajada de Panamá permanece refugiado desde febrero pasado el expresidente panameño Ricardo Martinelli, quien enfrenta una condena de más de 10 años de prisión por blanqueo de capitales.

El 24 de diciembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua solicitó el beneplácito para Padilla Leiva como embajadora en Panamá, según confirmaron a EFE fuentes oficiales.

Consuelo Sandoval Mesa, nombrada embajadora en Panamá en 2023, renunció a su cargo el 26 de diciembre de 2024, en lo que se describió como un "paso técnico" necesario para formalizar la sustitución diplomática.

Pese a la renuncia, la portavoz de prensa de la Cancillería panameña señaló que Sandoval Mesa continuaría representando oficialmente a Nicaragua en Panamá hasta que el Ministerio de Relaciones Exteriores nicaragüense comunique su salida.

Este cambio diplomático se produce en medio de tensiones entre ambos países. El pasado 12 de diciembre, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, advirtió sobre el uso político de la sede diplomática tras las "expresiones" de Martinelli. A inicios de ese mes, el canciller panameño, Javier Martínez-Acha, había solicitado que la embajada se limitara exclusivamente a funciones de asilo, evitando convertirse en un "foco de reuniones políticas".