PRESIDENTE SOLÍS CONOCÍA RIESGOS DE LEY MORDAZA HACE UN MES

Desde la primera mitad de marzo, el presidente Luis Guillermo Solís conocía los riesgos de un proyecto para una nueva ley de Radio y Televisión con la cual el Poder Ejecutivo podría sancionar e incluso cerrar emisoras de radio y televisión.

Así lo confirmó Boris Ramírez, coordinador de Comunicación de Casa Presidencial, a quien el periodista y director de Telenoticias , Ignacio Santos, había advertido, hace un mes, que circulaba un texto que contenía graves violaciones a las libertades de prensa y expresión.

Ramírez aseguró que, al ser alertado, el mandatario condenó la iniciativa y habría dicho que tal texto nunca se convertiría en ley, debido al golpe que ello representaría para la libertad de expresión.

“Fui al despacho de don Luis Guillermo y le comenté que me llamó don Ignacio para hablarme de un borrador que está circulando de la Ley de Radio y Televisión y que estaba muy preocupado”, refirió Ramírez.

Solís habría dicho: “Por supuesto, dale garantía a don Ignacio que eso no es así, que tal cosa jamás será avalada por esta administración”.

Ramírez agregó que Solís depositó la responsabilidad de ajustar el texto en el despacho del viceministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), Allan Ruiz.

No obstante, el proceso de consulta del plan original con diversos sectores prosiguió y, según Ruiz, hasta un asesor directo del Ministerio de la Presidencia participó en la estrategia para “socializarlo”, es decir, para ponerlo en debate público. De hecho, ya los diputados conocían del proyecto de ley.

El martes pasado, el presidente también declaraba en Telenoticias , casi 30 días después de la llamada de Ignacio Santos, que el plan era solo “un documento que desconocía”.

Ayer, Santos se declaró sorprendido. “Si hace un mes los principales jerarcas del Ejecutivo y el Micitt estaban enterados de las descabelladas e injustificables amenazas a nuestro sistema de libertad de expresión incluidos en el proyecto, ¿por qué no hicieron absolutamente nada hasta que la situación fue denunciada por los medios generando un rechazo unánime en el país?”.

El viernes, ya destituido, Allan Ruiz reveló que el 11 de marzo Boris Ramírez lo llamó para indicarle la preocupación de Santos. Ante esto, dijo que sugirió a la entonces ministra, Gisela Kopper, retirar todo el texto o excluir el tema de las sanciones por el contenido informativo de los medios, lo cual no ocurrió.

Solís destituyó a Ruiz y Kopper argumentando que fueron los responsables del escándalo suscitado esta semana al “haber faltado al manejo político en este proceso”. Ambos aceptaron no haber leído antes que el plan contenía sanciones.

Otro aviso. A la advertencia de Santos se suma a otra que hizo pública la Cámara Nacional de Radio (Canara), la cual indicó que a finales de enero tuvieron una reunión con Kopper y Ruiz en la cual comunicaron que el proyecto era una “copia de la legislación ecuatoriana, venezolana, boliviana y argentina que tanto daño le ha hecho a la libertad de expresión y prensa”.