Abuela de 83 años muere atacada por pitbull en Nicaragua

Este jueves, las autoridades locales en Granada, Nicaragua, informaron sobre el fallecimiento de Ana Rosa Aguilera Blandón, una nicaragüense de 83 años, a causa de las heridas provocadas por su propio perro de raza pitbull.

El ataque ocurrió en las primeras horas de la madrugada, cuando la octogenaria salió al patio de su hogar, donde el animal se encontraba suelto, según indicaron las autoridades al Canal 8 de la televisión nicaragüense.

Vecinos, al escuchar los gritos de la anciana, de desesperación y dolor, intentaron socorrerla, pero no lograron ingresar a la vivienda hasta minutos después, de acuerdo con el informe.

Cuando lograron ingresar a la vivienda, se encontraron con la señora gravemente herida en el rostro, brazos y otras partes del cuerpo.

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La anciana, que vivía con un hijo y una sobrina, que no se encontraban en el inmueble al momento de la tragedia, fue trasladada en un taxi a un hospital, donde falleció a consecuencia de las heridas.

El suceso ocurrió en la ciudad colonial de Granada, ubicada 45 kilómetros al suroeste de Managua.

Las autoridades no han informado sobre la situación del pitbull.

Recomendaciones para mejorar comportamiento

Las opiniones se dividen al momento de la crianza de razas grandes como esta, por ello los expertos recomiendan a los propietarios de perros pitbull sacarlos a pasear durante varias horas al día para que puedan descargar su energía. 

A lo anterior, es importante que los dueños tengan tiempo suficiente para dedicar a su mascota incluso si son de un tamaño pequeño.

A lo anterior, es importante que los dueños tengan tiempo suficiente para dedicar a su mascota incluso si son de un tamaño pequeño. También se recomienda la castración de los mismos porque ayuda a mejorar su comportamiento.

La Ley 747, ley de protección y bienestar de los animales domésticos y animales silvestres domesticados, establece que los propietarios de animales potencialmente peligrosos deben cumplir con ciertos requisitos (como ocurre en otros países con el uso de bozal y correa, la castración o esterilización y la inscripción en un registro municipal).

Sin embargo, en Nicaragua, las autoridades responsables de este procedimiento no han especificado cuáles son las razas de animales consideradas potencialmente peligrosas y ni siquiera la Ley 747 tiene reglamento, es decir ninguna persona podría ser procesada por la misma.