2-0. Pavlidis, Ryan y los penaltis llevan al AZ a semifinales

Un doblete del griego Vangelis Pavlidis y las decisivas paradas del meta australiano Mathew Ryan, que detuvo dos de los penaltis lanzados por el Anderlecht, llevaron al AZ Alkmaar a las semifinales de la Liga Conferencia.

Fue desde los once metros donde se resolvió el mano a mano entre el representante neerlandés y el cuadro belga que venció en la ida por 2-0. El marcador se repitió en el AFAS Stadion de Alkmaar. En la prórroga no hubo goles y la clasificación quedó a expensas de los lanzamientos donde Ryan marcó la diferencia.

El AZ Alkmaar aspiraba a alcanzar unas semifinales europeas casi veinte años después desde la última vez. En la temporada 2004/2005, jugó las semifinales de la Copa de la UEFA y fue eliminado por el Sporting Lisboa, que cerró el paso al conjunto neerlandés a la que habría sido su segunda final continental.

El obstáculo, en esta ocasión, se llamaba Anderlecht, otro clásico del fútbol europeo que muy pronto se vio en apuros. La ventaja de dos goles que consiguió en el choque de ida se evaporó en apenas 13 minutos, los que tardó Vangelis Pavlidis en firmar un doblete con el que igualó la eliminatoria.

Primero, desde el punto de penalti; y, después, al cuarto de hora, tras marcar a puerta vacía tras una asistencia de Jens Odgaard. En apenas un rato, el AZ volvió a meterse de lleno en la eliminatoria ante un rival que sólo despertó en la segunda parte, cuando Moussa N'Diaye, con un disparo impresionante, obligó al portero Mathew Ryan a intervenir de manera providencial para el cuadro neerlandés.

Pudo firmar el tercero el cuadro neerlandés a seis minutos del final con un tiro al palo del húngaro Milos Kerkez cuando Bart Verbruggen estaba batido. El acierto decayó y todo quedó a expensas del tiempo extra, primero, y de los penaltis después.

El AZ Alkmaar anotó los cuatro que tiró: Jordy Clasie, Yukinari Sugawara, Tijani Reijnders y Mexx Meerdink. El Anderlecht falló dos de ellos. Ryan detuvo el de Jan Vertonghen, el primero, y también el tercero ejecutado por Kilian Sardella.