Familiares, ojeadores y los silbidos a Brasil agitan el Mundial sub-20 de Argentina

En las gradas del Mundial sub-20 de Argentina coinciden el sufrimiento de los familiares de los jugadores con el análisis silencioso de decenas de ojeadores de grandes clubes, todo ello con el famoso cántico "Muchachos" y los silbidos a Brasil e Inglaterra como banda sonora de fondo.

Quienes más animan y protestan son los parientes de los jóvenes que se han desplazado hasta Argentina para verlos batirse el cobre en las ciudades de La Plata, Mendoza, San Juan y Santiago del Estero, las cuatro sedes de la cita mundialista de 2023.

Ellos han llevado la emoción y el color a los estadios, que han registrado una asistencia más que aceptable en la fase de grupos, con una media de cerca de 13.000 espectadores por partido.

NO SIN MI HIJO

Se les distingue de lejos porque son los más 'disfrazados'.

Carmen Chaves y Javier Alonso Arriaga son los padres del lateral izquierdo Javier Arriaga, "el número 14 que juega en Honduras".

"El Club Deportivo Marathón -donde milita su hijo- nos dio la oportunidad de visitar Argentina y estamos con los padres de Isaac Castillo", explica a EFE Chaves.

Acompañaron a su hijo durante los tres partidos de la fase de grupos y confiaban en que, "con la ayuda de Dios", pudieran clasificarse a los octavos, pero no fue posible.

Colombianos, uruguayos, dominicanos e israelíes han sido de los equipos que más efusividad han despertado en las tribunas en esta primera fase.

Hasta La Plata viajaron los familiares de varios futbolistas de la Celeste, entre ellos los de Mateo Ponte y Facundo González, estos últimos desde España, pues su hijo es jugador del filial del Valencia.

Otros han vivido una auténtica odisea para poder ver en directo a sus vástagos.

Ese fue el caso de los padres de Rodrigo Chagas, que fueron en autobús, ferry y avión durante 15 horas para ver jugar al centrocampista de Nacional los últimos diez minutos del triunfo ante Túnez en el estadio Malvinas Argentinas, de Mendoza.

UN EJÉRCITO DE CAZATALENTOS

Otra particularidad es la alta presencia de agentes y ojeadores de los grandes clubes de fútbol.

Fabián Salinas es 'scout' del AEK Atenas. Pasaría inadvertido en el graderío del Malvinas Argentinas de no ser por su quietud y porque lleva un bloc de notas en el que escribe los detalles de los jugadores que más le llaman la atención.

"Primero busco los destacados de cada país y, en base a lo que el AEK tiene, veo si puede encajar en el sistema que utiliza Matías (Almeyda, técnico del AEK)", explica a EFE.

Este ojeador argentino, que anteriormente trabajó para Chivas de Guadalajara y San José Earthquakes, dice que los Mundiales sub-20 son una "buena apuesta" para pescar a los talentos del futuro.

"Hay scouts de todos lados", afirma.

Confiesa que uno de los jugadores que más le ha gustado hasta el momento es el delantero uruguayo Luciano Rodríguez.

Por Mendoza también pasó Chang Hyun, agente de tres jóvenes promesas de Corea del Sur: los laterales Ye-hoon Choi y Young-kwang Cho, y el mediapunta y camisa 10, Jun-ho Bae.

"Llegar a Argentina no es fácil para nosotros, pero aquí consigo hacer mis negocios, apoyar a mis jugadores y disfrutar del país. ¡Felicidad al completo!", argumenta.

SILBIDOS A BRASIL E INGLATERRA

Pese al respeto que hubo siempre por los himnos, el inglés fue silbado por el público del estadio Diego Armando Maradona, de La Plata.

En el partido Uruguay-Inglaterra, donde la gran mayoría de la afición era argentina, el público hasta coreó la canción "El que no salta es inglés".

Brasil, histórico rival de la Albiceleste, se dio cuenta desde el minuto uno que juega en territorio hostil. A la 'Canarinha' también le pitaron el himno en su terrible debut ante Italia, que presenciaron 35.531 espectadores.

Aunque la mayor afluencia de público se está dando en los partidos de los anfitriones, a los que llevan en volandas con el famoso tema "Muchachos", del grupo argentino La Mosca, popularizado durante el Mundial de Qatar 2022 y dedicado a quienes, a la postre, dieron el tercer título absoluto a Argentina.