SICA: Remesas familiares caerán cerca de los US$6 mil millones
El flujo de remesas familiares podría registrar una caída cercana a los 6 mil millones de dólares en Centroamérica, Panamá y República Dominicana, revela el Informe Económico Regional 2019- 2020 que divulgó el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
Según el informe, se prevé que las remesas a los países de América Latina y el Caribe disminuirán en un 19%. “Esta situación es particularmente relevante para El Salvador y Honduras (recibieron más del 20% del PIB en remesas durante 2019), Guatemala (13.8%) y la República Dominicana (8.0%)”, señala el documento.
Asimismo, el SICA advierte que la economía en Centroamérica en 2020 se contraería hasta en un -6.8%, “alcanzando un valor incluso más crítico tomando como referencia la experiencia de la crisis económica de 2008-2009”. En el 2019, la región registró una tasa de crecimiento económico del 2.4%.
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Esta contracción económica que reportan los países hizo que la región ajuste sus proyecciones de crecimiento, por ejemplo desde 0 República Dominicana hasta -7.5% (El Salvador y Honduras).
Según el informe, la actividad económica de la región fue impactada por la crisis sanitaria que enfrenta desde marzo la región y el mundo, la COVID-19.
“Los efectos en el corto, mediano y largo plazo, dependen de la magnitud y duración de las medidas implementadas para disminuir los contagios. Sin embargo, uno de los primeros efectos para la región se prevé que será el deterioro del comercio con los principales socios comerciales. La debilidad de las finanzas públicas también se verá agudizada por las necesidades de incrementar el gasto público ante la crisis de la pandemia de COVID-19”, dice el Informe Económico Regional.
Entre los efectos económicos importantes en el corto plazo está el deterioro del comercio con el principal socio comercial de la región: Estados Unidos, que llegó a representar en 2019 el 45% del total transado con el resto del mundo, y de este país se adquieren una diversidad bienes que llegan a pesar el 38% de las importaciones de Centroamérica, Panamá y República Dominicana; además la pérdida de empleos en EEUU y por ende una caída en los flujos de las remesas familiares.