¿Por qué Daniel Ortega oculta el texto del acuerdo de libre comercio con China?

Han pasado más de dos meses desde que Laureano, hijo de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo apareció en fotos firmando de manera virtual un 29 de agosto de este año, documentos de un supuesto Tratado de Libre Comercio entre China y Nicaragua, cuyo texto se mantiene hasta ahora en el más profundo misterio.

En el sitio oficial del Ministerio de Finanzas Industria y Comercio, hasta hay un enlace de un documento que en su primer párrafo señala: “Mediante una ceremonia virtual, Nicaragua y la República Popular China hacen historia con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) que permitirá un mejor y mayor intercambio comercial y económico entre ambas naciones”.

¿Y de qué va el acuerdo de libre comercio con China? Para el economista y analista político Enrique Sáenz, es difícil hacer un análisis porque se desconoce el contenido de dicho acuerdo, que en teoría debe considerarse un instrumento con carácter de tratado internacional, que generalmente es enviado a la Asamblea Nacional donde debe ser ratificado y aprobado.

“Pero en Nicaragua, el dictador lo que envió a la Asamblea fue un reportaje periodístico, y no el texto del tratado”, expone Sáenz.

El texto que menciona Sáenz, debería contener, además de las regulaciones, las listas de los productos amparados en el acuerdo de libre comercio, pero el documento que llegó al parlamento controlado por una aplanadora oficialista, no contiene ninguna lista, y no se sabe cuáles productos están desgravados o sujetos a una desgravación progresiva.

Diputados aprobarán un TLC sin saber su contenido

Si realmente ese TLC con China abrirá ventanas para la producción y prosperidad nacional, Sáenz plantea que cualquier empresario que quiera exportar a China, lo primero que necesitaría saber es si se incluyen los productos que él produce, ya sea carne, azúcar, mariscos, granos, frutas, etc.

“Pero el texto del tratado no se conoce, entonces ¿Cómo es que se busca el incentivo para las empresas? ¿O será que el contenido del tratado estará reservado solo a los cercanos de la dictadura?”, se pregunta el economista Sáenz.

El especialista indica que “los sirvientes de Ortega, los diputados aprobarán un tratado que no conocen, y lo peor es que la misma ley orgánica de la Asamblea regula como es que deben aprobarse los tratados, y deberían tener en sus manos el texto del tratado, pero no les interesa respetar las leyes, a fin de cuenta la única ley que les vale es la de la voluntad del tirano”.

¿Conviene o no un tratado con China?

¿Se convertirá China en un mercado frondoso para Nicaragua? Para responder esa pregunta Sáenz recomienda observar el ejemplo de las relaciones del presidente Nayib Bukele con los chinos.

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Para el 2019, por cada dólar que exportaba El Salvador a China, el país importaba 30, y tres años después, en 2023 por cada dólar que exporta, importa 60 dólares.

“Y en el caso de Nicaragua, las exportaciones de Nicaragua a China representan menos del 1% del total de las exportaciones, mientras que las importaciones han venido creciendo de manera sistemática, aún sin acuerdo de libre comercio”, plantea el analista político.

Sáenz reitera que lo ideal sería que un TLC con China represente una oportunidad para productores y exportadores nacionales.

“Pero el problema es que China está muy lejos, y nuestra capacidad productiva es muy pobre y los pecios del flete y del seguro, difícilmente pueden compensar los precios o la competitividad de los productos nacionales, es decir, enviar una cantidad de furgones de carne a China cuesta mucho, en comparación con los volúmenes que se pueden enviar desde Argentina, entonces la competitividad de la producción nicaragüense es muy pobre para competir con otros países que venden a China”, explica el economista desde el exilio.

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Agrega que cuando se analiza lo ocurrido en países vecinos como El Salvador, es difícil pensar que ocurrirá algo distinto con Nicaragua.

“En este momento lo que podemos prever es que habrá un ensanchamiento del déficit comercial, es decir se van a importar más productos chinos, es decir que más dólares de la economía nicaragüense se irán a China, a cambio de menos dólares como resultado de las ventas desde Nicaragua hacia China”, asegura Enrique Sáenz.