Artistas también sufren la crisis de Nicaragua
Desde que iniciaron las protestas en Nicaragua miles de personas han dejado el país para ponerse a salvo de la violencia, entre ellos reconocidos artistas nicaragüenses. Las voces más queridas del país hacen parte del exilio.
“Dale una luz a este pueblo que ama tanto vivir” recita el estribillo de ‘Dale una Luz’, uno de los temas más emblemáticos del dúo Guardabarranco fundado por Katia Cardenal y su fallecido hermano Salvador, quienes han cautivado a miles de nicaragüenses durante más de tres décadas con temas de amor y solidaridad que hoy parecen reavivar ánimos durante la crisis en Nicaragua.
“No tengo fecha de regreso a Managua”, le dijo a France 24 desde Austria, donde participa en una improvisada gira de solidaridad y denuncia sobre lo que ocurre en su país. Cardenal dejó Nicaragua a finales de junio, cuando la represión a manifestaciones antigubernamentales escaló a niveles violentos. Asegura que lo más complejo de este viaje es “saber que estoy construyendo una gira que no tiene fin”.
Cardenal y sus hijos (también músicos) asistieron a varias manifestaciones pacíficas en Managua y a petición de sus seguidores tomaron guitarra y micrófono en escenarios improvisados para interpretar canciones del dúo que retomaron vigencia patriótica en estos días que miles piden democracia.
La cantautora premiada a nivel nacional e internacional tiene dos meses en esta gira y ha recorrido más de 10 países. Katia expresa que cada concierto fuera de Nicaragua en este contexto “es un sentimiento de impotencia, de indignación. Pero al mismo tiempo de fuerza, amor y de solidaridad”.
“Se siente como que (las canciones) florecen más intensamente. Veo que la gente está llorando mientras canto, eso es impactante”, reitera la cantautora que ha sufrido por la polarización que vive el país y enfatizó que desde hace varios años el apoyo estatal a la cultura se ha visto politizado. “El gremio artístico ha sido autogestionado. El apoyo del estado es nulo si no perteneces al partido (en el poder)”, expresó.
Por ahora la artista seguirá su gira en países europeos como Alemania, Noruega, Dinamarca, Bélgica, Holanda, Suecia, entre otros, donde también realiza conciertos solidarios para recaudar fondos destinados a nicaragüenses migrantes, que como ella, han salido sin fecha de retorno.
Nieves Martínez: “decían que iban a ir a mi concierto, que me iban a golpear”
“Creí que iba a ser una protesta más, que iba a pasar desapercibida”, dice Nieves Martínez sobre lo ocurrido el 18 de abril en Nicaragua. El cantante, famoso por homenajes a íconos de la música romántica, recuerda los caóticos días de abril previo a su salida del país.
“Nunca había hecho en mis redes una referencia política pero más que artista soy nicaragüense y me duele lo que está pasando”, expresó en sus plataformas luego de ver imágenes de jóvenes estudiantes muriendo por disparos de policías cuando universitarios se alzaron contra el Gobierno. “No es cuestión de derechas o izquierdas, es cuestión de ser nicaragüense, de ser humano”, expresa.
Previo a la crisis, Martínez manejaba una apretada agenda; gira de medios para promover sus conciertos, pruebas de sonido, negociaciones con bares y restaurantes para conseguir más presentaciones artísticas e incluso gestionaba un gran concierto en el Teatro Nacional cuando el país entero se paralizó y comenzó a recibir amenazas de simpatizantes sandinistas.
“Decían que iban a ir a mi concierto, que me iban a golpear”, manifiesta. Esos días la ciudad de Masaya, donde habitaba el cantante, se declaró en rebeldía contra el gobierno de Daniel Ortega, el guerrillero que habían apoyado en 1979 durante la revolución sandinista. Martínez, al igual que muchas personas previeron que la situación empeoraría y decidió emprender un viaje de algunas horas hacia al país más próximo: Costa Rica.
El cantante narra que cruzó decenas de barricadas donde los jóvenes rebeldes al verlo con sus maletas y guitarra, le pedían que cantara para animar el tenso ambiente que se vivía esos días. Los videos del artista sentado en una barricada interpretando “Nicaragua Nicaragüita” se hicieron virales en internet, lo que conllevó más amenazas en su contra.
“Todo gremio se ha visto afectado, pero el artístico será el que más costará recuperar”, manifiesta Nieves, quien asegura que “los músicos viven de los eventos y la gente para salir a divertirse necesita seguridad y estabilidad”.
El joven artista ha relanzado su carrera en Costa Rica. Visita bares y restaurantes para ofrecer sus servicios de músico e intérprete. Afirma ha recibido un buen trato de los costarricenses y aunque admite extrañar a su familia y amigos en Nicaragua, no ve una salida próxima a la situación.
Carlos Mejía: “vivimos en un país donde la vida no vale nada”
En días pasados también se conoció del exilio de los hermanos Carlos y Luis Enrique Mejía Godoy, íconos en Nicaragua por su aporte musical a la insurrección sandinista y que debido a sus críticas al Gobierno han salido del país.
Durante los meses de manifestaciones, Carlos Mejía acompañó a las madres de presos políticos a las afueras de El Chipote, una cárcel situada en Managua y donde por varios meses los familiares han permanecido en las puertas del reclusorio buscando noticias de sus seres queridos.
“Vivimos en un país donde la vida no vale nada”, dijo el autor de “Nicaragua Nicaragüita” y “Vivirás Monimbó”, al tiempo que ofreció un improvisado concierto con su acordeón en solidaridad a las madres y esposas de los detenidos.
Ceshia Ubau: “es mi generación la que está poniéndose en juego”
“Las relaciones con otros músicos se han quebrantado también” dice Ceshia Ubau.
Ceshia Ubau es de la nueva generación de artistas nicaragüenses. Con apenas 20 años de edad se unió a la lista de jóvenes que han cruzado la frontera hacia Costa Rica por la violencia que domina Nicaragua. “Es mi generación la que está poniéndose en juego”, expresó vía telefónica a France 24.
Ubau cuenta que dejó Nicaragua a finales de mayo, y aunque asistió a varias manifestaciones, sentía que aportaría más con su voz y su música, que enfrentándose con las fuerzas progubernamentales en las barricadas que la población levantó.
Al llegar con su maleta donde un familiar en Costa Rica, decidió reiniciar su carrera artística y transmitir en sus presentaciones la grave situación que atraviesa su país. “Ha sido difícil. Nunca estás plenamente preparado para migrar, emocionalmente sobre todo”, manifiesta.
La joven artista admite que “las relaciones con otros músicos se han quebrantado” y que “parte de la historia de Nicaragua se verá muy marcada por la música y esta revolución de abril” que según ella, “es la segunda parte de la que sucedió en 1979”.
Artistas internacionales también piden por Nicaragua
“Queremos una Nicaragua libre”, decía el rótulo que el vocalista de Café Tacvba levantó en un concierto en Alemania. Al igual que ellos, artistas de diversos géneros musicales como Rubén Blades, Residente, Calibre 50, Chayanne, Daddy Yankee, entre otros, han pedido a sus seguidores prestar atención a la crisis humanitaria que ha dejado más de 400 muertos y miles de heridos en Nicaragua.
El ‘príncipe de la salsa’, Luis Enrique, ha sido de los más enfáticos en el pedido de justicia para las víctimas de la represión y el derecho a la libertad de expresión en Nicaragua. El salsero emprendió una gira internacional para promover su último sencillo titulado “Mordaza” dedicado a la situación del país y al pueblo indígena de Monimbó.
“No puedo quedar indiferente frente a lo que está pasando en mi país y que no debería ocurrir en ningún lugar”, escribió en sus redes sociales al presentar el video de ‘Mordaza’, en el que aparece con una venda en los ojos que tiene escrita la palabra Justicia.
“Me gustaría recordar ahora mismo a todos nuestros queridísimos hermanos de Nicaragua y de Honduras que están pasándolo terriblemente mal”, expresó Enrique Bunbury durante un concierto en San Francisco, California.
Bunbury ha visitado Nicaragua en varias ocasiones e incluso escribió parte del disco “El viaje a ninguna parte” de sus vivencias en ciudades como Masaya, Granada y León, expresó que “como siempre por culpa de gobernantes que por sus intereses rara vez pueden coincidir con los nuestros”, al concluir agregó “no nos olvidemos de ellos”.
Las manifestaciones en Nicaragua se iniciaron el 18 de abril, luego del anuncio de una serie de reformas en el sistema de seguridad social que motivaron protestas las cuales se tornaron violentas y han dejado hasta el momento más de 300 personas muertas.