Miami comenzó la reapertura parcial de algunos lugares de recreación y esparcimiento con ciertas restricciones
Este miércoles ha transcurrido la primera jornada de la fase uno de reapertura del condado de Miami Dade. La medida consiste en la apertura de parques, marinas y campos de golf, manteniendo las limitaciones de la distancia social y el uso de máscaras.
Pero con un simple paseo por el área en la que viven tres millones de habitantes es fácil darse cuenta que la gran mayoría de los parques siguen cerrados. ¿Por qué? Sencillamente porque el condado Dade está compuesto por 74 ciudades y poblados, cada cual con autoridades locales que pueden tomar decisiones independientes
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Las tres ciudades más grandes son Miami, Hialeah y Miami Gardens. Ninguna de ellas acató la orden del alcalde del condado de reabrir. Según explicaron los alcaldes de cada una de estas municipalidades, el Departamento de Salud del Estado de la Florida es el único que maneja toda la información acerca de la pandemia y sus epidemiólogos aún no han certificado que se hayan cumplido los catorce días consecutivos necesarios en los que la curva de contagios se haya mantenido de manera descendiente como para implementar la primera fase de reapertura
En algunos parques públicos de Miami hay letreros con los horarios para circular libremente
Una posición avalada implícitamente por el Gobernador de Florida, Ron DeSantis, quién anunció la reapertura parcial del Estado a excepción de los condados de Palm Beach, Broward y Miami Dade (sudeste de la península), donde se concentran casi un 50 por ciento de los casos de Florida. Solo en Miami Dade ya hay más de 11.800 casos confirmados y 324 muertes a consecuencia del COVID 19.
Distinta fue la postura de Dan Gelber, alcalde de Miami Beach, quien por ahora mantiene playas, restaurantes y locales comerciales cerrados, pero que hoy reabrió parques, marinas y campos de golf. Según Gelber, decidió seguir la sugerencia del alcalde del condado porque los datos de Miami Dade (que no explicó de dónde provienen) indican que en los últimos 14 días la curva ha descendido. Aunque en el mismo comunicado habla de un pico el 17 de abril sin dejar demasiado en claro la matemática de su decisión. “La gente necesitaba espacio, pero esto no implica bajo ninguna circunstancia que sea el momento de relajarnos. Hay que practicar la distancia social y utilizar máscaras siempre que se esté afuera”, decía Gelber.
En los dos parques más populares de Miami Beach, el South Point y el Flamingo, se vio durante todo el día a decenas de personas tomando sol, haciendo ejercicio y hasta disfrutando de picnics al aire libre. Pero en ningún momento hubo reportes de amontonamiento de personas. El distanciamiento social, en este primer día, parecería no ser un problema. Distinto es el tema del uso de la máscara. En una recorrida por los parques cerca de la mitad de las personas se observaban sin una máscara que cubriera sus bocas y narices. La realidad es que la norma indica que debe usarse, pero no hay penalidad para quien no la lleve ni policías controlando.
“Necesitaba salir de mi casa. En realidad lo que estoy esperando es que abran la playa”, comentaba Sofía, una venezolana que lleva casi dos décadas viviendo en Miami Beach.
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“Es ridículo lo que están haciendo. Ayer estaba prohibido, hoy nada cambió salvo el ánimo del Alcalde. O nunca deberían haber cerrado los parques, o hubieran esperado a que las autoridades sanitarias dieran luz verde para la reapertura en el Estado”, se quejaba Eugenia, una argentina que paseaba su perro por el parque de South Point, una actividad que nunca estuvo prohibida.
El plan del Estado implica una reapertura en fases basada en datos científicos. El problema es que no todas las autoridades están utilizando las mismas fuentes para esos datos y entre la gente hay confusión. Algunos esperaban amanecer el miércoles con la gran mayoría de los parques abiertos y la realidad es que son muy pocos los que han recibido público.