Georgia asume de nuevo el rol decisivo en la composición del Senado de EEUU
A fecha de diciembre de 2021, según datos de la Secretaría de Estado local, Georgia tenía siete millones de votantes activos, de ellos 3,7 millones blancos, dos millones negros y unos 260.600 hispanos
En 2021, en segunda vuelta, Georgia otorgó el poder del Senado estadounidense a los demócratas. Un año antes, en las presidenciales, fue el estado donde el resultado entre Joe Biden y Donald Trump acabó más ajustado, y en las legislativas del próximo 8 de noviembre acapara de nuevo un rol decisivo.
No es el único lugar de Estados Unidos donde el recuento puede cambiar el color político de la Cámara Alta, actualmente en manos demócratas solo por el voto de desempate de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, pero sí uno que, por su división casi quirúrgica, según las encuestas, concentra las miradas.
En ciudades como Savannah, en plena costa este, los pocos carteles electorales que se ven en los porches de sus casas unifamiliares son reflejo a pequeña escala del reparto en el resto del estado: demócratas a favor de Raphael Warnock hacia el núcleo urbano y republicanos partidarios de Herschel Walker más a las afueras.
El primero, un pastor bautista que intenta revalidar el cargo, y el segundo, una antigua estrella del fútbol americano públicamente antiabortista pero acusado por la madre de uno de sus cuatro hijos de haberle pagado una interrupción del embarazo, se enfrentaron este viernes en su único debate cara a cara antes de las elecciones del 8 de noviembre.
Su futuro duelo en las urnas, como el que tenga lugar entre los respectivos candidatos de Pensilvania, Arizona, Nevada o Nuevo Hampshire, otros estados sin un ganador claro, decidirá si el Senado sigue o no bajo control demócrata.
Biden ganó a Trump en Georgia en noviembre de 2020 por apenas dos décimas (49,5 %) y ese margen tan estrecho llevó a hacer un recuento manual completo para despejar las dudas sobre un posible fraude.
Eso no impidió que el presidente saliente desacreditara el resultado y que, como consecuencia, se le abriera una investigación por supuesta injerencia electoral.
Pero no siempre el porcentaje estuvo tan ajustado en anteriores comicios: esa fue la primera victoria presidencial demócrata allí en dos décadas, desde la de Bill Clinton en 1992.
El desarrollo de ese estado explica que haya ido oscilando la balanza. "Tiene una economía fuerte y hay gente de estados progresistas que se han mudado allí, haciendo más probable el voto demócrata", explica a EFE el politólogo Charles Bullock, de la Universidad de Georgia (UGA).
"Si Savannah no fuera tan bonita y no hubiera atraído a tantas personas sería claramente republicana", añade a modo de ejemplo Mark Danton, residente en esa ciudad de vegetación frondosa, abundantes plazas y un animado paseo marítimo en el que lo comercial confluye con lo turístico.
Su puerto es el más concurrido de la costa este, con un volumen de mercancías que supera a los de Nueva York y Nueva Jersey juntos, según presume la urbe, y grandes buques mercantes atracados en su orilla recuerdan que es uno de los pilares de su economía.
Pero el factor económico no es la única consideración que algunos residentes tendrán en cuenta este noviembre en ese estado, ubicado justo encima de Florida y con Atlanta como capital.
"En estos momentos están en juego los derechos de las mujeres, de los gays, de los afroestadounidenses... Básicamente de todos aquellos que no son el típico blanco sureño. Votaré teniendo en cuenta las libertades, porque la economía siempre sufre altibajos", sostiene Danton, de 60 años y trabajador en una barbería.
A fecha de diciembre de 2021, según datos de la Secretaría de Estado local, Georgia tenía siete millones de votantes activos, de ellos 3,7 millones blancos, dos millones negros y unos 260.600 hispanos. Además, una renta mediana por hogar de 66.559 dólares anuales, prácticamente en mitad de la tabla nacional.
"Georgia encapsula muy bien cómo es la sociedad estadounidense. Está dividida prácticamente a la mitad entre demócratas y republicanos. No es que el país sea necesariamente así, pero así es como hemos diseñado nuestro sistema y como funciona", recalca Geoffrey Bowden, profesor universitario de Ciencias Políticas en Savannah.
La participación que haya este 8 de noviembre será por ello determinante. Unas elecciones de medio mandato como estas registran menos movilización que unas presidenciales, y una menor participación, según el experto, beneficia generalmente a los republicanos.
El impacto que tenga la nueva ley local de votación, que ha reducido entre otros el número de buzones electorales, y el respaldo que otorguen los jóvenes negros también están en el punto de interés. En 2020 el 90 % de los votantes de entre 18 y 29 años de esa comunidad se decantaron por Biden.
"Votar ahora es más importante que nunca", resume Toinne, estudiante de 20 años de Administración de Empresas en Savannah, que el día 8 de noviembre, cuando se deciden en total un tercio de los escaños del Senado en el país y los 435 puestos de la Cámara de Representantes, votará demócrata.
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