César Choisellpraslin, el chef nicaragüense que se destaca en el exterior

Soñar en grande y vencer obstáculos es un reto en su diario vivir para César Choisellpraslin, un joven chef nicaragüense de 29 años de edad, amante del arte culinario y gracias al “sazón de su cuchara” ha dejado en grande el nombre de Nicaragua en foros y eventos internacionales.

Recientemente, César Choisellpraslin estuvo en un evento de prestigio realizado en Tocoa, Honduras, en donde además de participar, fue nominado al premio internacional “Chef Maya de Oro”, ganándolo por unanimidad. La razón, el excelente sabor de las comidas nicaragüenses que preparó, encantó el paladar de los jueces.

En el evento participaron artistas culinarios de varios países, entre ellos un chef de La Casa Blanca, con quien compartió parte de la gastronomía norteamericana.

Lea: El chef nica que triunfa en Estados Unidos

César Choisellpraslin fue criado por sus abuelos paternos y de ellos tiene muy claro el dicho nicaragüense de que “nadie es profeta en su propia tierra”, le tocó pasar por duros y amargos sabores. Trabajó en varios hoteles de Nicaragua, pero sentía que se quedaba estancado con su talento. Él tenía claro que “ningún chef” había puesto el nombre de Nicaragua en alto, razón por la que tuvo que emigrar en el año 2021 en busca de otros horizontes.

“Me considero una persona super extrovertida. No soy de quedarme en un solo lugar, me encanta muchísimo la investigación gastronómica. Soy una persona jovial, soy de pensar que esta vida la tenes que disfrutar al máximo porque cada día tenemos una página más para llenar en 365 días”, comparte César Choisellpraslin con 100% NOTICIAS.

“Nunca en la vida me imaginé obtener un reconocimiento internacional, al contrario, yo miraba a los grandes chef y decía algún día Dios me permitirá conocerlos”, agrega entre sonrisas.

Parte de sus estudios de secundaria, César los cursó en colegios salesianos y gracias a los pensamientos de Don Bosco, en donde ha aprendido a “vivir de los sueños y hacerlos realidad”.

¿Chef por accidente?

Desde que era un niño, César admiraba el trabajo de María Esther López, conocida como la “reina del sabor nicaragüense”. Cuenta que en ella vio una motivación por el arte culinario y por la forma en que promovía la gastronomía nacional.

Años más tarde, Choisellpraslin ingresó al seminario menor Nuestra Señora de la Asunción, en Managua, con la finalidad de ser sacerdote. En sus primeros años de formación, el padre Juan Carlos Romero Lezama le confió la responsabilidad de la cocina, en donde saciaba el paladar de sus docentes y compañeros seminaristas.

“Mi pasión en la cocina, sin querer yo, nace dentro del seminario menor Nuestra Señora de la Asunción en donde el excelentísimo y reverendo padre, Juan Carlos Romero Lezama me da la responsabilidad del comedor. Ahí se les cocinaba y se les atendía a todos los que íbamos a ser cura. Ahí se fundamenta mi verdadera vocación en este mundo de la gastronomía, a la cocina”, comparte con orgullo “el chef”.

“Logré conocer a María Esther López y para mi es un ejemplo a seguir porque es la persona que ha rescatado nuestra gastronomía”, continuó.

Su primer platillo

Una de las fechas que César no olvida es el 14 de febrero, no porque tenga un amor fallido, sino porque ese día, fue la primera vez que tuvo la responsabilidad de cocinar en el seminario y sin saber mucho de receta y sin haber perfeccionado sus cucharas, le confiaron preparar una pierna de cerdo, alimento con el cual “se chuparon hasta los dedos”, cuenta entre risas.

“Recuerdo que mi primer platillo elaborado fue un 14 de febrero del año 2009, estando dentro del seminario menor. Junto con la persona que cocinaba no teníamos ni idea de como hacer una pierna de cerdo. Vine yo, aparte de cocinarla, tuvimos 25 preparaciones diferentes. Ese fue mi primer platillo, por eso yo celebro los 14 de febrero mi inicio en la gastronomía”, destacó.

“El próximo 14 de febrero cumplo 15 años de estar en este mundo de la cocina”, agregó Choisellpraslin.

Luchar por los sueños

César no se cansa de compartir su historia con quienes se la preguntan y cuando está con jóvenes los alienta a confiar en Dios para luchar por sus sueños y a no permitir que nadie se los trunque, principalmente su consejo va dirigido a quienes desean incursionar en la gastronomía.

“En primer lugar, la gastronomía vale la pena, es una de las carreras más completas que existe en el mundo, la gastronomía te abre puertas y te enseña mucho. Te da las destrezas y habilidades que nosotros estamos aportando al mundo”, detalló.

“Confíen siempre en Dios que de él vendrán las bendiciones. Dios nunca te dejará solo y cuando las bendiciones llegan serán abundantes”, compartió César, quien es hijo único del matrimonio de sus padres.

Su primer uniforme

Una muestra de sus duros inicios y que en la actualidad César conserva con mucho orgullo, es su primer uniforme de cocina, el que le fue donado por una amiga que ahora es propietaria de un taller de costura.

Lea más: Chef nicaragüense se destaca en Berlín

“Mi primer uniforme me lo diseñó y me lo regaló la señora Esther Bejarano, dueña de confecciones Alexandra, a ella le pedí un uniforme negro con botones rojos. Está guardado en mi casa, porque con ese uniforme, junto con el de mis estudios, van a estar enmarcados junto con mis primeros cuchillos de cocina”, finalizó el Chef.