Detienen a 3 nicaragüenses en Costa Rica vinculados a banda de explotación sexual

Doce mujeres eran sometidas a la explotación sexual y fueron rescatadas este jueves por la policía de Migración de Costa Rica, tras realizar allanamientos simultáneo en Nicoya, Jurisdicción de Guanacaste, en Alajuela y San José, en el que se capturaron a 3 nicaragüenses como parte de la banda de siete proxenetas y explotadores.

Los nicaragüenses fueron identificados con los apellidos Martínez Arias, Cascante Pérez y Ortega Hernández, los sujetos en mención eran los encargados de reclutar a las mujeres explotadas sexualmente en el bar Kar Mun Nicoyano ubicado cerca de un supermercado en Nicoya donde la policía de migración arresto a los cabecillas de grupo de proxenetas.

“En la diligencia de allanamiento se logró rescatar a 12 mujeres víctimas del delito, así como se logró la detención de los siete miembros de la estructura criminal, quiénes además posee un vínculo familiar, siendo el esposo y la esposa el propietario y la propietaria, la mujer, también trabajaba en la Caja Costarricense del Seguro Social, la hija y el esposo de ésta, también eran miembros de la estructura quiénes desarrollaban una función estratégica dentro del local para someter a las mujeres a las actividades sexuales”, explicó un funcionario de la policía de migración.

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Entre las 12 mujeres que fueron rescatadas se encontraban ciudadanas nicaragüenses que estaban en condiciones irregulares en Costa Rica, amenaza que utilizaban los proxenetas para someterlas a los actos sexuales.

“Las mujeres ubicadas en el lugar son nacionalidad costarricense y nicaragüense, a las mujeres nicaragüenses de acuerdo con el proceso de investigación el cual inició en el mes de marzo se logra identificar que las sometían amenazándolas de que por su nacionalidad y por estar en condición migratoria irregular iban a ser entregada a las autoridades migratorias para su proceso de deportación”, detalló un oficial costarricense.

De igual manera se conoce que los cabecillas del grupo de siete proxenetas para que el negocio se mantuviera lleno hacían rifas entre los clientes de los cuales valían 1000 colones la acción aproximadamente 57 córdoba y el premio era licor y recibir servicios sexuales de una de las mujeres explotadas.

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Además de esto las víctimas de explotación sexual eran obligadas a pagar servicios básicos de energía eléctrica y agua potable por mantenerse en el citado negocio.