Familiares y amigos recuerdan a las víctimas una semana después de la tragedia en Murcia

Familiares, amigos y conocidos han recordado este domingo a las 13 víctimas del incendio de las discotecas Teatre, Fonda Milagros y Golden, en Murcia, una semana después de la tragedia, con flores, velas y banderas de Colombia, Nicaragua y Ecuador, países de origen de los fallecidos.

Un altar improvisado, repleto de flores y velas, se sitúa en una de las esquinas de la calle Infanta Cristina, donde se ubican los locales incendiados, ya que la vía se encuentra cerrada, mientras los agentes de la Policía Científica indagan para averiguar qué ocurrió la madrugada del pasado domingo para que el fuego arrasara la nave que ocupan las discotecas.

Convocados por la asociación Colombianos Unidos de Murcia, que aglutina alrededor de 1.200 migrantes de ese país, familiares, conocidos y también desconocidos mostraban esta tarde su apoyo a las víctimas, a los que se ha sumado un club automovilístico de la ciudad, al que pertenecía uno de los fallecidos, cuyos integrantes han trasladado hasta la zona sus coches.

El vicario episcopal de la zona pastoral de Murcia, José Sánchez, ha dirigido una oración a la víctimas, tras lo que los congregados han guardado un minuto de silencio en memoria de “esas almas que ya no están”, ha dicho a Efe, la portavoz de la asociación convocante, Paulina Carrillo.

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“La gente viene y va desde que ocurrió el incendio. Ponen velas y flores, y recuerdan la tragedia”, afirma esta amiga íntima de los propietarios de Fonda Milagros, que la madrugada del domingo se encontraba en Madrid pero que recuerda con nostalgia lo vivido “en ese pedacito de Colombia en Murcia que era la fondita”.

Han sido varios los actos esta semana en memoria de los fallecidos, entre ellos, una marcha silenciosa convocada por varias asociaciones latinoamericanas por el murciano barrio del Carmen, en cuya iglesia parroquial se celebró una eucaristía en honor a las víctimas.

Mientras, continúa la controversia entorno a los responsables de la tragedia, ya que los locales tenían orden de cierre desde hace más de un año pero continuaban abiertos. El ayuntamiento de la ciudad ha apartado a los funcionarios que tramitaron el expediente y ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido.

También se ha personado en la causa abierta por el juzgado número 3 de Murcia que investiga 13 delitos de homicidio imprudente, penados con entre 1 y 4 años de prisión, y ha iniciado un protocolo de inspección de los locales de ocio nocturno, que se ha saldado, hasta el momento, con la clausura de siete establecimientos que tenían orden de cierre sin ejecutar.

Además, este lunes se reúna la Mesa de la Asamblea Regional para estudiar la petición de Podemos de crear una comisión especial de investigación sobre los incendios.

Seis de los fallecidos ya han sido enterrados en Murcia y Caravaca de la Cruz, donde residían, y los otros siete serán repatriados, a petición de sus familiares. Un proceso que la Administración regional está tramitando a través de los consulados de Nicaragua, Colombia y Ecuador, países de origen de las víctimas.

Alrededor de 60.000 personas de procedencia latina viven en esta comunidad, según el censo del INE, de las cuales 9.000 son colombianas, 16.000 ecuatorianas y 3.700 nicaragüenses.