Alternativas migratorias para nicaragüenses en riesgo de deportación, según Astrid Montealegre
Según la experta, el panorama para los migrantes en el país norteamericano se ha complicado, especialmente para aquellos que han sido objeto de deportación o que han solicitado asilo
En una entrevista brindada a 100% Noticias, la abogada y especialista en temas de inmigración Astrid Montealegre, explicó las opciones legales de las que disponen los migrantes nicaragüenses en Estados Unidos, luego de la elección de Donald Trump como presidente.
Según la experta, el panorama para los migrantes en el país norteamericano se ha complicado, especialmente para aquellos que han sido objeto de deportación o que han solicitado asilo.
Montealegre indicó que, aunque las deportaciones siempre han sido una constante en la política migratoria de Estados Unidos, el enfoque del gobierno de Trump ha sido más estricto.
"En este país siempre han existido las deportaciones, y la idea de deportaciones masivas siempre está dentro del contexto de factores de prioridad", señaló la abogada. Explicó que las personas con órdenes de deportación son, en su mayoría, quienes primero serán deportadas, pero también las que tienen antecedentes criminales.
"Generalmente, las primeras personas en ser deportadas son aquellas que tienen orden de deportación, pero no solo por no haber seguido su proceso judicial, sino también por haber cometido algún tipo de crimen en EE.UU.", detalló.
Montealegre aconsejó a los migrantes nicaragüenses a respetar las leyes del país para evitar caer en esta situación. "Siempre hemos dicho que se respeten las leyes del país, que no cometan delitos como violencia intrafamiliar, para evitar estar en esa situación de posible deportación", agregó.
Uno de los temas más complicados para los migrantes es la solicitud de asilo. Montealegre destacó que la tasa de aprobación de solicitudes de asilo para los nicaragüenses es baja, lo que hace aún más difícil el panorama para aquellos que buscan regularizar su estatus.
“Tenemos un porcentaje mínimo de personas nicaragüenses que han aplicado asilo, y con los que lo han hecho, el porcentaje de aprobación está por debajo de la mitad”, reveló.
La abogada precisó que muchas personas que solicitan asilo lo hacen por motivos económicos, lo que no constituye una razón válida para obtenerlo.
"Eso no significa que los nicaragüenses no califiquen para asilo, pero las solicitudes por motivos económicos no son suficientes para obtener asilo. La gente que está en exilio por razones económicas, que no ha sufrido persecución, debería considerar otras alternativas como el patrocinio laboral o familiar", explicó.
Montealegre también abordó el tema de las personas con orden de deportación. Según explicó, aquellas personas que no participaron en su juicio inicial, ya sea porque no recibieron la notificación de la Corte o esta fue enviada a una dirección equivocada, pueden reabrir su caso.
"No hay límite de tiempo para reabrir el caso si el error fue humano, por ejemplo, si la notificación fue enviada incorrectamente", señaló.
Por otro lado, aquellos que participaron en su juicio y recibieron una orden de deportación tienen 30 días para apelar. "El tiempo para apelar empieza a contarse desde que la orden de deportación fue emitida por el juez", explicó.
Parole Humanitario sin futuro
El programa de Parole Humanitario es otra de las opciones migratorias que ha estado bajo escrutinio. Montealegre explicó que, aunque este fue inicialmente diseñado como un programa temporal, su futuro es incierto tras la administración de Trump. "El Parole Humanitario siempre fue diseñado como algo temporal, nunca como un proceso migratorio permanente", indicó.
Según la abogada, se esperaba que el programa fuera suspendido después del 6 de enero, y de hecho, ya se había indicado desde agosto que esto ocurriría. "Esto no significa que las personas que ya tienen su permiso de viaje y están en EE.UU. puedan ser deportadas de inmediato. Las leyes no son retroactivas, por lo que aquellos que ya están en el país podrán permanecer hasta la fecha de vencimiento de su estadía, aunque el programa muy probablemente se suspenderá", dijo Montealegre.
Además, la abogada detalló que el Parole in Place, un programa que ofrecía un perdón temporal a personas indocumentadas, ha sido descalificado por un juez federal en Texas, lo que complica aún más las opciones de quienes se beneficiaban de esta opción. "Las personas que necesitan un perdón ahora deberán solicitarlo a través del proceso 601A, que es mucho más costoso y toma más tiempo", comentó.
En cuanto a las personas que llegaron a EE.UU. bajo el Parole Humanitario, Montealegre señaló que muchos de ellos ahora tendrán que presentar su solicitud de asilo dentro del plazo de un año desde su entrada al país. "Vamos a ver un aumento en la cantidad de personas que, habiendo entrado con parole humanitario, ahora van a solicitar asilo, ya que tienen tiempo limitado para hacerlo", comentó.
Sin embargo, las personas que no presenten su solicitud dentro del plazo del primer año deben justificar el retraso.
"Si presentan su solicitud después de un año, deben justificar por qué no lo hicieron antes. Esto puede incluir que las condiciones en su país de origen han cambiado, como un aumento en la persecución religiosa, o la persecución por pertenecer a un grupo social específico", explicó Montealegre.
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